FUENTE DE FE

FUENTE DE FE
El relato que inicio a continuación puede que jamás sea leído, pues aun no se si mi hermano me permita mostrarlo, aun su estado de animo es indeciso y aun mas su sentido de creer.
La noche en que mi hermano tuviera de nueva cuenta la riña con su esposa sobre su pasado con sus padres y su religión, es algo que iré relatando poco a poco, pido que me disculpen.
Ese día su esposa quería ver lo que tanto ruido había estado haciendo durante las ultimas diez horas, mi hermano le dijo que seria peligroso ir ahí, que dejara de creer esas estupideces, ella enojada le preguntaba por que, el le respondió “rompiste el trato, en esta casa no se habla de religión en frente mío, ya lo sabes, además es peligroso ya te lo he dicho cientos de veces, eso no es normal, tiene que ver con la cañería de gas, así que aléjate, tu y nuestro hijo”.
Eso fue lo que me dijo su esposa, hoy en día aun dudo que la discusión se haiga reducido a solo esas palabras, pero era mejor dejarlo así ya que las aguas se habían calmado, se le veía aun triste cuando recordaba aquella discusión, pero el cambio que sufrió mi hermano, fue mas que suficiente para devolverle al alegría a la casa.
Esa noche mi hermano furioso salió a cumplir su deber, mi hermano era un plomero municipal, se encargaba de arreglar problemas con las cañerías y tuberías de agua, gas, electricidad, etc.
En el auto se acercaba aquel fulgor, a pesar de estar tan lejos me dijo que se le podía apreciar, claro que solo como un leve fulgor naranja en el cielo, incluso tapaba ciertas estrellas que en situación normal se podrían ver, no encendió el radio, así que podía notar un leve conjunto de lo que parecían ser voces, lo lamento, eran voces, me sentí como un escritor que trata de darle algo de misterio a la historia, así que continuare, el canto de cientos de personas se oían a 500 metros del lugar, no se si por el eco, o simplemente por la magia que envolvió todo este asunto.
Una llamarada que pareciera las de aquellos circos en donde un hombre traga algo de gasolina y lo escupe hacia una vara encendida para crear un llamara, ya se le podía apreciar, el canto de las personas se intensifico, mi hermano odiaba los cantos católicos, esos de alabanza y amor, “pura basura y mentira”, decía el, se acerco mas y varias llamitas mas se unieron a la primera, en una danza casi rítmica.
De pronto los cantos se callaron, un hombre con una túnica negro con borde blanco, el padre Javier, uno de los mas respetados entre la congregación se alzo en un borde construido con cajones de madera, alzo la mano hacia la fuente de todos sus cantos y rezos: la fuente del edificios 56.
Así es, una simple fuente que antes estuviera escupiendo borbotones de agua limpia y espumosa, ahora escupían ráfagas de fuego con un resplandor tan fuerte que iluminaba cada rostro reunido para alabar el milagro, justo hacia 10 horas, como ya había comentado, la fuente comenzó a ahogarse, es decir que escupía un poco de agua, pasaban unos segundo y escupía otro, no eran continuos, como si estuviera tosiendo, un ruido grumoso se escuchaba debajo del concreto, los segundo se volvieron minutos, hasta que en cierto tiempo ya no salía nada de agua, de repente las plantas que estaban ahí acomodados, que antes recibían las bondades de agua, ahora se quemaban, el irritante olor a plantas secas impregnaban todo el lugar, el primero en notarlo fue un cartero, una mujer que pasaba con su hijo después del centro comercial y mi hermano.
El disfrutaba su almuerzo cuando escucho los borbotones de la fuente, creyó que tendría que bajar para reparar alguna fuga, pero no recibía ninguna notificación, cada ves que algo se dañaba, se les daba aviso, tenían unos sensores que identificabas hasta las fallas mas pequeñas, pero nada, siguió observando, fue cuando los ángeles esculpidos en la fuente empezaron a escupir fuego, que mi hermano llamo a la central y se dio el aviso de que nadie entrara en las cloacas.
Horas después llegaron la gente, creyendo que era un acto divino, pues se había anunciado que no había razón física para el incidente, se corrió el rumor de que el fuego provenía del mismo infierno, que dios anunciaba el apocalipsis, muchas cosas, que yo como novicio de la iglesia tenia que estar atento y ayudar al padre Javier en lo que necesitara, todo el tiempo yo permanecí en la fuente, bueno, casi todo el tiempo.
-¿estas loco José, quieres morir ahí dentro?.
-ya estoy arto de toda esta patraña, lucia quería traer al niño, Juan, no sabes el temor que me causó, esto es por una fuga de gas, si el alma existiera la apostaría, si tengo que bajar para que la terca de mi esposa no lo traiga, que así sea.
Mi hermano José siempre fue así de obstinado, y mas en lo que creía, yo no pude hacerle entrar de razón de no entrar en las cloacas y solucionar el problema, el gobierno anuncio que cerrarían el gas, pero en dos días, en ese tiempo lucia lo hubiera traído, yo le creí a mi hermano, pues a pesar de mi fe, yo sabía que esto debía tener consecuencia racional y física, no podía dejarle ir solo, ni siquiera me hiso caso cuando le dije que yo bajaría con el, simplemente le seguí.
Los dos pudimos ingresar con gran facilidad, pues toda la seguridad se ocupaba en que la gente no se acercara demasiado a l fuente, lo único que hicimos fue ponernos unos trajes especiales de color amarillo, José me paso una mascara para gases, en ese momento me asuste, mire a José, quería decirle que nos fuéramos, que esperáramos, pero sabia que el no retrocedería, así solo me la puse, me dio un casco con lámpara, uso su llave para accionar el ascensor, un ruido metálico anuncio que poco a poco el motor atado a un lado estaba trabajando, bajamos lentamente, durante todo el recorrido observe el rostro de mi hermano, no daba muestra de miedo, yo sabia por que.
-hoy es el aniversario, entiendo que estés tan molesto.
-no quiero hablar de eso.
-el psicólogo dijo….
En ese instante el motor rugió, se detuvo, pude ver un enorme tramo totalmente oscuro, normalmente estaban iluminados, pero habían cortado la energía eléctrica para evitar incendios mayores.
-el psicólogo es estúpido, no sabe como me siento.
-yo si José, por favor dime, ¿aun te culpas?.
-no, solo lo culpo a los dos asesinos.
-solo hubo uno ,José….
-¡hubo dos, carajo, entiendes, dos, ambos son los culpables!
No quise alterarlo mas, sabia que estaba a punto de operar maquinaria peligrosa, debajo estar tranquilo, pero quería seguir hablando, debo decir que esto va mas allá de la fuente.
Hace varios años, muchos, cuando José tenia 10 años, el se preparaba para hacer su primera comunión, para todo niño católico es algo muy esperado, pues quería decir regalos, muchos regalos por parte de la familia, todo estaba listo para la ceremonia, solo faltaba el trajecito para que mi hermano se viera muy elegante, yo tenia 5 años y lo que mas me importaba era comer mas pastel que nadie.
Entre saltando alegre a la habitación, cantaba una canción de cuna, estaba feliz, cuando mi hermano me grito que me callara, que era un pendejo, que como podía cantar en un momento así, yo no entendía que había pasado, solo me puse a llorar, pues mi hermano se veía imponente y alzaba su mano hacia mi, quería golpearme, pro primera ves mi hermano dulce y amable, quería golpearme, corrí a refugiarme en los brazos de mi abuela, esta también llorando le dijo que yo no tenia la culpa, que no tenia por que desquitarse con migo, vi como mi hermano llorando salió de la habitación diciendo que lo odiaba, por mucho tiempo no entendía a que se refería, yo por toda una semana preguntaba por papi y mami, no tenían el valor para decírmelo, ellos habían sido asesinados mientras venían de regreso con el trajecito de mi hermano.
Cuando vi el trajecito quemado, no pude llorar, olía la sangre y la ceniza, se mesclaban y creaban un olor tan amargo que me lo impidió, veía a mis padres en dos enormes cajas, no sabía como se llamaban, yo preguntaba por que mami y papi no se movían, por que no despertaban, mi abuela rompía en llanto y me abrasaba, yo comenzaba a llorar, pero mi hermano solo se quedaba inmutado, observándolos, les besaba la frente y les pedía perdón, cuando una mujer algo vieja se acerco con una crus, mi hermano la empuja, la mujer casi se cae con el enorme pedazo de madera, afortunadamente un hombre la sostuvo, mi hermano tomo la imagen de Cristo del cuello de mi madre, lo tomo, lo escupió, lo arrojo del piso y lo pisoteo.
-¡no tienes derecho a estar aquí, no lo tienes!.
Mi hermano fue a muchos psicólogos, pero a todos le decía lo mismo, que el no estaba loco, que odiaba a dios, que era un hijo de puta, eso era, nada mas que eso, yo me uní a la comunidad cristiana, mi hermano se repelo de todo lo que tuviera que ver, así crecimos, nunca me odio por mi vocación, pero sentía que era un tanto hipócrita cuando me abrasaba cada ves que me veía, no lo culpo, el hombre que había colocado la bomba en aquel edifico que no solo mato a mis padres, también a mucha gente inocente, no fue encarcelado se le considero inocente, mi hermano….bueno, ya lo saben.
Escudriñamos todo el pasaje, buscando rupturas en los tubos pegados a las paredes de concreto, cierto humos emanaban de algunas aberturas, mi hermano me dijo que no me acercara mucho, que era vapor, y a veces salió en extremo caliente, de cerca era mucho el riesgo, le obedecí, solo hiso lo que me pidió, en la oscuridad encontrar una fuga de gas no es fácil, así que me dio un bote con jabón y una esponja, pase la esponja ya enjabonada por todo el tubo, si burbujeaba quería decir que había fuga, todo aparato eléctrico estaba prohibido cuando había fugas de gas, como la gente de afuera no hacia mucho por ayudar, no tuvimos otra opción mas segura.
Ya llevábamos al menos dos horas ahí adentro, según mi hermano habíamos recorrido mas de la mitad del camino hasta la fuente, debajo de ella claro, le pregunte que cuanto tramo revisaríamos, me dijo que 200 metros, desde la fuente hacia atrás.
-¿pero José, esto que tiene que ver con que las llamas salgan de la fuente no deberíamos revisar la fuente directamente?.
Me contesto que debíamos asegurarnos que no hubiera fugas antes, pues si cerrábamos las fuga en la fuente y había otra mas atrás, habría presión que escaparía por cualquiera ruptura, el lugar se llenaría de gas, y pronto tendría que Salí, afuera había personas con velas y muchos artefactos, supongo que no tengo que explicar mas.
El eco de nuestra pisadas rebotaban en los tubos dándoles un sonido metálico, parecían maquinas caminando en ves de dos personas, debo admitir que estar en lugar tan cerrado y oscuro me hacían recordar las viejas películas en donde alguna criatura brincaba entre las sombras, pero no había mas ruido que nuestras pisadas, algunos vapores y nuestra propia respiración, aun así de ves en cuando volteaba para atrás y echaba un vistazo.
-je,je,je ¿no tienes miedo verdad?.
-no hombre…que va, es solo que siento que algo nos sigue.
-no hay nadie aquí, si muriéramos tardarían un tiempo en encontrarnos…ja,ja,ja.
Yo le respondí con otra risa nerviosa y le dije que no jugara con eso, me persigne no se cuantas veces, tenia la horrible sensación de persecución.
-llegamos.
CONTINUARA, DE NUEVO ES MUY LARGO