¿CUÁNTOS AÑOS TENDRÍAS SI NO SUPIERAS EL DÍA QUE NACISTE?

¿CUÁNTOS AÑOS TENDRÍAS SI NO SUPIERAS EL DÍA QUE NACISTE?


En mi opinión, esta es una de las preguntas más curiosas e interesantes que he escuchado en los últimos tiempos. Lo suficientemente interesante como para dedicarle un tiempo de reflexión, que será un tiempo dedicado al aprendizaje sobre uno mismo y útil para el propio Desarrollo Personal.

He comprobado que hay personas que se sienten angustiadas por el insoportable peso de su edad –eso es lo que ellos piensan y creen- y por ello dejan de hacer muchas cosas que les gustaría hacer; creen que el hecho de tener una cierta edad ya les limita porque “eso ya no es propio de su edad”, y lo peor es que lo dicen convencidos del todo y por eso se pierden la oportunidad de vivir experiencias que aún siguen estando a su alcance. Quedan descartadas, lógicamente, las actividades que son imposibles de realizar cuando hay unas limitaciones físicas reales.

Muchas personas han reflexionado ya sobre esto y han hecho interesantes descubrimientos: “La edad no es una barrera. Es una limitación que pones en tu mente”. “Tu verdadera edad la marca el entusiasmo, la ilusión y los proyectos que te queden en el corazón… de ti depende sentirte joven”. “Vive la vida y olvida tu edad”. “La edad es un tema de la mente sobre la materia. Si no te importa, no importa”. “Tengo la experiencia de mis años y la edad de mis sueños”. “La edad es cuestión de sentimiento, no de años”.

Cualquiera de las frases que has leído sirve para una buena reflexión. Porque la edad no existe, como no existen las horas ni los segundos. Existe el envejecimiento del cuerpo, pero eso no ha de llevar incluidas obligatoriamente una serie de renuncias o la creencia en que cada edad tiene unas cosas que les corresponden y otras que ya no.

Es innegable que una gran acumulación de años vividos modifica el cuerpo imponiendo algunas limitaciones, pero no todas y para todo. “Si quieres, puedes” no es una frase aplicable en el cien por cien de los casos pero sí en más de los casos que creemos.

¿Cuántos años tendría yo si no supiera el día que nací? El día que escribo esto tengo, según la contabilidad del calendario, 68 años –según mi opinión 68 son lo que ya NO tengo, porque se han ido-, pero… ¿cómo me siento yo? Generalmente calculo que tengo unos 30 años si me fijo en mi mente y unos 60 si me fijo en mi experiencia. Tengo que admitir que a veces hago cosas típicas de los 6 u 8 años: me encanta jugar.

Mi cuerpo a veces me hace creer que tengo 20 porque no encuentro algunos límites; otros días me acerco más a los 40 porque noto alguna cosilla por alguna parte, pero en ningún momento soy capaz de asociarme a mi edad –ni mirándome en el espejo- y no es que no quiera crecer, es que hago más caso al calendario interno porque me parece más fiable.

Todo lo anterior es un preámbulo para decirles a quienes se sienten condicionados por los años que es muy posible que estén incurriendo en un error que les está perjudicando psicológicamente y que es más que posible que se pierdan cosas estupendas de la vida porque mentalmente han renunciado a ellas.

Este no es un asunto ridículo ni una pérdida de tiempo. Cierra los ojos y hazte la pregunta… y siente. Siéntete. Y luego ponte a vivir de acuerdo con ese sentimiento.

Te dejo con tus reflexiones…

Francisco de Sales
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