YO
En mi opinión, sería muy conveniente –incluso imprescindible-, que a lo largo de cada día, en varias ocasiones, nos separásemos del mundo, de lo que estemos haciendo, de cualquier ocupación-preocupación, de todo lo que sea externo y esté fuera de nosotros, de aquello que no soy yo y es solamente el sitio por donde me desenvuelvo o el personaje que represento, para tomar conciencia y consciencia de este Ser Único que soy YO.
De este que soy y nadie más en el mundo es ni puede ser, del que es el centro y el motivo de mi vida, del que me ha acompañado cada uno de los segundos transcurridos desde que nací, del que ha permanecido constantemente en los mejores y en los peores momentos, o sea… YO.
Y no me refiero a este yo siempre ocupado o distraído, el que solamente para muy de vez en cuando para mirarse en el espejo del alma –y nunca queda satisfecho con lo que ve- y que el resto del tiempo parece que huye de sí mismo.
YO es una palabra poderosa y no por sí misma, sino por lo que representa cuando uno es capaz de sentirla con las mayúsculas con las que lo he escrito. YO es el centro de cada Universo Personal y hay que aprender a pronunciarlo y a sentirlo con la majestuosidad que tiene.
YO es algo apartado del resto del mundo y ha de tener el lugar preponderante que le corresponde sin que eso se confunda en ningún momento con ser egocéntrico. YO llevo toda mi vida conmigo y voy a pasar el resto también. Todo lo que haga, lo que piense, lo que diga, conviene que nazca de YO porque eso le dará trascendencia y grandeza a la propia vida.
Parece que no hubiera nada más absurdo que no tener una consciencia plena de quién es uno en realidad y poner a ese que YO SOY en el lugar donde pongo al yo que estoy siendo.
Lo que hace que la vida sea un pasatiempo rutinario –un derroche lamentable del limitado tiempo que disponemos para vivir- o que sea una continuidad presencial –que le daría otro empaque a la vida- es tener o no tener la consciencia clara de ser único, de ser Uno Mismo, de estar, de saber quién se es.
Para tener más consciencia de YO es conveniente dedicarse el tiempo necesario –y sin cargo de conciencia- para profundizar en un Proceso de Desarrollo y Autoconocimiento. Esto ha de tener su prioridad y su espacio de tiempo reservado. Es un trabajo diario. Y tal vez sea la tarea más importante que uno tiene que desarrollar en su vida.
Hazte preguntas… ¿qué sé de este YO que soy?, ¿qué hago por YO?, ¿qué espacio ocupa YO en mi vida?, si digo YO… ¿sé a qué o a quién me estoy refiriendo?, ¿tengo una consciencia exacta y profunda de YO?
Responder a estas preguntas, que han de tener una respuesta absolutamente personal –y por eso yo no te digo mis respuestas- merece tu atención y dedicación.
Aparta TODOS LOS DÍAS un tiempo para ti, para que conozcas bien a YO y para que por fin seas, a todas horas, YO.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
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