CAPÍTULO 103 - NO SABER PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO
-LO QUE PUEDE PASAR POR NO SABER-
Este es el capítulo 103 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER
Se le llama empatía a la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.
Y en las relaciones la empatía es necesaria constantemente.
Porque el otro –aunque lo olvidamos muy a menudo- es una persona distinta de uno mismo, y por mucho que se crea conocerle, o saber todo de él, y que se puede adivinar desde sus pensamientos hasta sus estados reales de ánimo, no siempre es tan cierto como se supone.
Porque el modo habitual de pensar es a partir del modo en que cada uno piensa en sus propias cosas, y en cómo actuaría y respondería uno mismo –pero el otro no es uno mismo-, y además espera que el otro diga lo mismo que uno hubiera dicho, o que reaccione igual que lo haría uno mismo, o sea que diga o haga lo mismo. Y eso es mucho suponer y es mucho esperar.
Antes de emitir un juicio, antes de enfadarse, antes de hacer o decir cualquier cosa que pudiera acabar convirtiéndose en inoportuna, es más acertado ponerse en la situación del otro, y entender su forma de reaccionar a las cosas y sus motivaciones; imaginar y vivir su propio estado de ánimo; usar su misma fuerza o capacidad para enfrentarse a las cosas, o su misma apatía y torpeza; penetrar dentro de su educación, sus miedos y sus circunstancias, su pasado y lo que arrastra, y a partir de ahí, si uno lo hace bien, es posible que llegue a comprender por qué hizo lo que hizo.
Es más: uno, estando en el lugar del otro, teniendo su misma educación y sus mismas circunstancias, viviendo el mismo estado de alteración que él y sus mismas dificultades, sin duda alguna, lo puedo garantizar, hubiera hecho exactamente lo mismo.
Es fácil –pero erróneo- juzgar desde fuera, desde la situación en la que uno se encuentra, con la mente despejada o condicionada de uno, desde el estado de ánimo particular, con las experiencias que uno tiene, y con lo que sabe. Si uno se queda en su propio lugar, y mira desde su punto de vista habitual, no podrá entenderlo con la misma facilidad que si se pusiera en la situación del otro. Para entender al otro es necesario mirar con sus ojos y desde su situación.
Eso es la empatía.
Y es muy bello que exista, porque es la forma más íntima y más exacta de conocerle, y eso aproxima más al otro, y hace que resulte más fácil comprenderle, y por ello más fácil quererle.
Ante un conflicto con la pareja, antes de juzgar, mejor mirar desde el “tú” y no desde el “yo”.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- Para entender bien al otro es necesario ver con sus ojos y desde su situación.
- Ante un conflicto con la pareja, antes de juzgar, es mejor mirarlo también desde el punto de vista de la otra parte.
- Antes de juzgar y de acusar, comprender.
- El diálogo soluciona muchos males. Ante las actuaciones incomprendidas del otro, lo mejor es preguntar.
Francisco de Sales
(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
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