CAPÍTULO 88- VOLVER CON UN EX SÓLO POR NO HABER ENCONTRADO OTRA PAREJA
– EQUIVOCACIONES HABITUALES -
Este es el capítulo 88 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.
Este es un caso habitual. Y se da tanto en el hombre como en la mujer. Uno de los dos, cualquiera, da el paso y zanja la relación porque no está a gusto, evidentemente. Algo o mucho estaba fallando y alguien decide que lo mejor es terminar. Y lo hace.
Comienzan ambos otra vida, cada uno por su lado, pero pasado cierto tiempo, y con argumentos dispares que no vienen al caso, pueden decidir retomar la relación y esto puede estar bien, o puede estar muy mal, dependiendo de los argumentos que cada uno utilice, de la situación que esté viviendo en ese momento, de si fue quien dejó o quien fue dejado, si le queda algo de amor o ya nada, si está en otra relación o su corazón permanece desocupado… las variables pueden ser casi infinitas.
Si fue ella quien tomó la decisión y después se ha arrepentido de haberlo hecho porque se ha dado cuenta de que realmente le sigue queriendo –o le interesa volver-, está bien, pero… atención a los sentimientos de él, porque se puede llegar a sentir utilizado, y puede estar preocupado pensando cuándo volverá a cambiar de idea y dejarle de nuevo. Si se va a seguir, hay que dejarle claro, y muy a menudo, que realmente se quiere estar con él y que el motivo de seguir es el amor y no otro –y si es otro distinto y que él lo acepte-. Si él decide que acepta retomar la relación, que sea desde cero y que no le eche en cara continuamente que le dejó, ni le diga que es muy insegura, que no sabe lo que quiere, que no le ama de verdad sino que está con él porque no ha encontrado otro… Y puede pasar lo mismo si el caso es viceversa.
Si fue ella quien le dejó, y ha aprovechado el tiempo para conocer otros hombres, y no ha encontrado otro mejor, o ha llegado a la conclusión de que todos son iguales, que todos están cargados de defectos, y decide volver por la circunstancia que sea, que esté muy convencida de lo que está haciendo y que no juegue con los sentimientos del otro; que no le embauque de nuevo para volver a dejarle cuando le dé otra vez la gana, o cuando se cruce otro en su camino. Mucho respeto hacia el otro, y mucho cuidado de no tropezar dos veces en la misma piedra.
Si fue ella quien le dejó, y cuando empieza a buscar sustituto se da cuenta de que es muy pesado eso de conocerse desde cero, de contárselo todo, de empezar de nuevo, que eso le da mucha pereza, o si es que no sabe estar sin alguien que le resuelva algunos asuntos, o es que no le gusta eso de estar sola porque no está hecha para eso y, además, su madre se lo echa en cara continuamente y sus amigas no paran de preguntarle todo el rato sobre lo mismo… entonces es posible que piense que lo más cómodo es volver con su ex y zanjar el asunto. Si es este el caso que tenga mucho cuidado, porque si no es el amor el motivo del regreso, antes o después, volverá a pasar lo mismo que pasó. Y vuelta a empezar.
Si es él quien la dejó, porque pensaba que se iba a comer el mundo y que todas las mujeres estaban esperándole con el corazón y las piernas abiertas, cuando comprueba que no es así -¡pobre infeliz!-, y no encuentra ninguna que le acepte o que le aguante, y recuerda que su ex no estaba tan mal, y que tenía algunas cualidades, y que no molestaba mucho, y además está eso de “más vale malo conocido que bueno por conocer”, es muy posible que quiera volver –al hombre le cuesta muchísimo estar solo y tener que resolver todas las papeletas que le resuelve la mujer-, y si lo hace, será muy conveniente que lo haga convencido de lo que está haciendo. Repito lo mismo que estaba escrito un poco más atrás: que no juegue con los sentimientos de ella, que no le suelte una sarta de mentiras sobre “cuánto te quiero…”, “cuánto te he echado en falta…”, “ahora me he dado cuenta de mi error…”, “estoy convencido de que eres la mujer de mi vida y no puedo vivir sin ti…”, y que no sea un egoísta que vuelve con ella para no estar solo hasta que aparezca “la buena” que seguirá buscando a escondidas.
Si fue él quien dejó, o fue ella, y el otro no ha encontrado pareja desde que fue dejado, posiblemente cometerá un error si le pide a su ex que reconsidere la postura y que vuelva. Si se está mendigando amor es posible que sólo se reciban migajas de un mal sucedáneo de amor, y una relación así –salvo que medien unos intereses justificables- no va a tener el ingrediente principal, porque no se puede obligar a nadie a que ame, y nadie ama si su corazón no está de acuerdo.
Si la ruptura no fue consensuada, y hubo reproches o enfrentamientos violentos, va a ser difícil borrar todo eso y empezar auténticamente de cero. Es muy posible que todo eso se siga alojando en la memoria y en el corazón. Los daños son muy lentos cuando están recuperándose. El olvido no se esmera en hacer desaparecer esas cosas tan dolorosas. Y estar en una relación donde las quejas permanecen escondidas tras una buena cara forzada es lo mismo que estar sentado sobre un polvorín: en cualquier momento eso puede estallar.
Cuando uno de ellos deja al otro, y un tiempo después vuelve pidiendo comenzar de nuevo, antes de sentirlo como un halago –o de entenderlo como tal: “me echa en falta”, “no puede vivir sin mí y me ama”-, es conveniente valorar serenamente la respuesta que se le vaya a dar.
¿Regreso por miedo a quedarme sola el resto de la vida?, es una buena pregunta. Y cuidado si unos piensa “ya estoy mayor”, o “no soy nada atractiva”, o “no tengo nada que le vaya a interesar a otro hombre…”, “por lo menos a este le conozco y ya sé cuáles son sus fallos…”, ¿Quién me va a querer a mí?…”
Cualquiera de estas excusas puede parecer una razón suficiente para tomar la decisión de regresar, pero hay que ser muy conscientes de ello y tener la decencia de reconocerlo.
No hay que descartar la posibilidad de un arrepentimiento total y real de quien tomó la decisión de la separación, así que no hay que engancharse a un orgullo inútil si se comprueba que es cierto y sigue habiendo amor y ganas de seguir en la relación. No son la venganza o el desprecio los únicos ni los mejores caminos.
Cada vez que se trata de un asunto en el que están involucrados los sentimientos, no valen las normas ni las teorías. Ni siquiera los consejos. Los sentimientos son bastante irracionales y cabezones, y nada dados a lógicas.
“La costumbre es más fuerte que el amor”. No sé si lo que dice la frase es verdad, pero si fuera así no sería honesto. Puede ser más cómoda, pero no creo que más fuerte. Si se vuelve, que sea por amor.
Que sea tu corazón quien decida -si se te plantea este caso-, pero que, también, escuche un poco a la razón.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- Eso de “más vale malo conocido que bueno por conocer” no siempre es cierto.
- La de “más vale estar solo que mal acompañado” tiene razón en casi todas las ocasiones.
- Las mejores relaciones se basan en el amor y no en los intereses.
- Sinceridad. Esa es la clave en una reconciliación, si esto es lo que se decide. Y que realmente el comienzo sea desde cero y que no se arrastren reproches ni desamor.
- Antes de retomarlo hace falta mucho diálogo. Mucho. Que esté todo muy claro para que no se vuelvan a repetir las circunstancias que llevaron a la anterior ruptura.
Francisco de Sales
(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)