CAPÍTULO 48 - NO DEDICARLE AL SEXO EL TIEMPO Y LA ATENCIÓN QUE MERECE
- LO QUE NO ES APROPIADO -
Este es el capítulo 48 de un total de 200 –que se irán publicando- que forman parte del libro RELACIONES DE PAREJA: TODO LO QUE NO NOS HAN ENSEÑADO Y CONVIENE SABER.
Aunque ya se sabe que con el tiempo que se pasa juntos, y con la edad, decae el interés por la práctica de la sexualidad, es muy interesante para el bien de la pareja que siga vivo, porque no sólo aporta el momento satisfactorio del orgasmo -si se produce- más toda la intimidad y la magia del preámbulo que conlleva, sino que comporta muchas cosas más que unifican a ambos: desde el cortejo que debiera precederlo hasta el contacto de los cuerpos desnudos, el deseo, los besos, las caricias, las palabras de amor que se pueden intercalar, el dedicarse ambos un tiempo expresamente para ellos, íntimamente y sin distracciones, la comunicación que es más íntima y personal que la cotidiana… y todo eso no debiera hacerse de prisa y corriendo, y casi sin ganas por parte de uno de los dos, ni al acostarse después de haber apurado la televisión hasta el último momento, o cuando uno de los dos está dormido o muy cansado.
No es necesario instaurar un momento para hacerlo -o sí, que cada pareja decida-, pero si se decide, por ejemplo, que sea los sábados por la tarde, y un sábado no apetece, no hay que hacerlo “por obligación”, sin ganas, sólo porque es sábado por la tarde, porque entonces perdería también parte de su esencia.
El sexo de calidad requiere predisposición y ganas por ambas partes –y ahora hay fármacos que ayudan-, requiere tiempo y dedicación, conocimiento físico del otro y de sus gustos y desagrados, y un ambiente apropiado en lo personal –que se supone ambos han ido caldeando a lo largo del día- y en lo físico: que no haya en ese momento niños que interrumpan o teléfonos que puedan estorbar.
Es mejor tener un cartel de esos que pone NO MOLESTAR, y hay que colgarlo en la puerta del mundo –simbólicamente-, para que nadie interfiera en ese tiempo que va a ser solamente de los dos y de nadie más.
Y otro asunto: es mejor no obsesionarse con alcanzar el orgasmo, como si fuera una panacea o lo supremo, porque no siempre es así. Está bien, pero no es imprescindible y llegados a cierta edad no es tan importante. A fin de cuentas, es una satisfacción breve y fugaz para el cuerpo, pero lo que realmente aporta placer y satisfacción –que son más duraderos, más personales, y unen más- son la compañía, la cercanía, el sentirse acogido en otros brazos, y la humanidad que aporta ese contacto en ese mundo que crean para ellos solos.
SUGERENCIAS PARA ESTE CASO:
- La sexualidad es un ingrediente importante en la relación.
- El sexo es además un motivo para estar juntos y a solas.
- La entrega que se produce en el sexo es más que solamente física.
Francisco de Sales
(Si le interesa ver los capítulos anteriores, están publicados aquí:
http://buscandome.es/index.php/board,89.0.html)