CAPÍTULO 16 – EL TRABAJO INTERIOR
Este es el capítulo 16 de un total de 82 -que se irán publicando- en los cuales se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL.
MOTIVOS PARA EL TRABAJO INTERIOR:
PARA EQUILIBRAR NUESTRA VIDA - Nos pasamos todo el tiempo pendientes del exterior y hacemos un desarrollo exterior. Nos confundimos: el motivo de la vida somos nosotros, no los problemas y las cosas que pasan "fuera", ya que esto impide que se desarrolle gran parte de la vida afectiva. Nos falta serenidad, paz, ecuanimidad. No podemos encontrar soluciones, por la tensión continua. Hay que buscar el ritmo natural. Dentro está el equilibrio y la energía: en el silencio.
PARA MEJORAR NUESTRA PERSONALIDAD - En el interior hay una sabiduría que no está en la técnica ni en los libros. Se consigue mayor serenidad, fuerza personal, concentración, rendimiento intelectual.
MODALIDADES DE TRABAJO INTERIOR
ORACIÓN:
Apertura total a Dios, sin reglamento, sin actitud de "pobre", diciendo lo que pasa, lo que se siente, sea material o espiritual, presentándose sin "papeles", vaciándose del yo personal para que Dios lo llene.
JAPAM:
Repetición de una frase que encierra la verdad más grande para uno, la verdad que quiere llegar a vivir. Repetir constantemente, poniendo la atención en el corazón hasta que resuene allí. El automatismo de la repetición consigue afirmar la idea en la mente.
AUTOSUGIESTIÓN:
Introducir ideas positivas para que nos condicionen desde nuestro mecanismo inconsciente. Nuestra vida funciona de esta manera... (llegar, entrar, sentarse, moverse en la silla...). Autosugestión es meter deliberadamente las ideas que se eligen para que condicionen desde el inconsciente, pero evocando al mismo tiempo sentimientos, sensaciones o vivencias, así irá calando y neutralizando otras ideas.
CONCENTRACIÓN:
Atención es el acto de mirar algo mentalmente. Concentración es el mismo acto de mirar pero manteniéndolo, sostenido.
SOBRE LA POSTURA CORPORAL:
Darse cuenta de que todo yo estoy sentado. Sentirse sentado, no sólo pensarlo. (Disminuye la tensión diaria, se está más concentrado, más sereno y más maduro).
SOBRE LA RESPIRACIÓN:
Bien sentado, atender a la respiración, pero sólo observar, no intervenir.
SOBRE UN CHAKRA:
Mejor con alguien que lo sepa o lo explique perfectamente, porque puede llegar a ser peligroso (kundalini, energías descontroladas...).
SOBRE UNA CUALIDAD PROPIA:
Poner la atención en ver qué es esa cualidad a la que se aspira. Mantener la atención en la evocación de la cualidad y en la sensación.
SOBRE UNA CUALIDAD DIVINA:
Centrarse en lo que se intuye por sí mismo. No sólo captar el nombre, sino la noción de totalidad, diferente a la noción intelectual. Esto nos lleva a la fuente de donde procede la intuición.
EN LA INVESTIGACION DEL YO:
¿Qué soy yo? (no un cuerpo, un pensamiento, un sentimiento... sino el sujeto que tiene un cuerpo, piensa, siente...). Cada uno tiene que descubrirlo.
EN EL SILENCIO:
Estando totalmente consciente y lúcido, aprender a ser consciente del silencio. Efectos: la mente se tranquiliza, ahonda, se aclara, se estabiliza; nuestra vida afectiva se ordena; se accede a otros niveles de conciencia y de intuición; se agudiza la sensibilidad para entender más a los demás; se escucha la sabiduría del cuerpo.
MEDITACIÓN DISCURSIVA:
Contemplo algo mentalmente y dejo que mi mente traiga toda la información que tiene sobre ese algo, manteniendo el algo inicial como sujeto que no se desplaza con las nuevas informaciones. (Se convierte en un estilo de mirar con todas las perspectivas).
MEDITACIÓN CONTEMPLATIVA:
Es una concentración prolongada: cuando se penetra en el objeto de meditación, en la realidad del objeto, eso es contemplación. Es una experiencia real: se vive, se siente, se piensa...tal como lo hace el objeto contemplado (¿qué quiere decir amor, inteligencia, ser...?. Si penetro en ello, me convierto en ello).
DIFICULTADES:
Distracciones, sueño, desgana, sentimiento de ausencia de progreso...
NECESIDAD DE INTEGRARLO EN LA VIDA COTIDIANA:
Si separamos trabajo interior y vida cotidiana, se crea una escisión en nuestro psiquismo: una parte mira hacia dentro, otra hacia fuera. Se crea una dualidad. Los adelantos en lo interior no se traspasan a lo exterior. (Practicar a diario, regularmente: no hay nada más importante. Conviene hacer pequeños paréntesis de aislamiento en la actividad cotidiana, y reconexión con el interior; hay que tratar de conseguirlo durante el día).
LA AYUDA DE LO SUPERIOR EN EL TRABAJO INTERIOR:
Cuando uno trabaja porque le nace de dentro, ha de saber que no es uno quien inicia el trabajo, sino que se origina en lo Superior. La raíz de nuestro trabajo está en Dios, de allí recibimos constantemente estímulos y dirección, a condición de que sepamos estar en silencio, escuchar interiormente y colaborar con las indicaciones interiores. Los "maestros" son muletas, útiles sólo hasta que uno sea capaz de mantener el contacto abierto, directo y permanentemente, con la fuente. Son útiles mientras uno confunde la voz Superior con la voz de su subconsciente, de su imaginación, de sus deseos o temores. No emanciparse antes de tiempo. Ser sencillo, sincero, saber abrirse a Dios o a alguien que sepa más que uno.
SEÑALES DE QUE EL TRABAJO VA BIEN:
Uno se siente con mayor serenidad interior, con más seguridad, con más paz y energía; se descubre que no tiene tanta prisa para vivir, que se comprende mejor a las personas, que se ve todo más natural; que se siente que todas las cosas se desarrollan por el mejor cauce, aunque no se sepa cómo ni porqué. Esto indica un progreso interior real. Siempre se está progresando, aún cuando aparentemente no pasa nada. Atención: no quedarse detenidos en las experiencias. Si se quiere, consultar con alguien de absoluta confianza los fenómenos que vayan apareciendo, pues a uno siempre le faltan criterios.
PRÁCTICAS
PREPARACIÓN:
POSTURA (no incomodidad, no crispación).
RESPIRACION (profunda).
CENTRAMIENTO (sentir que soy yo quien está sintiéndose yo).
TRANQUILIZACIÓN (Yo me tranquilizo a mí). Esto es imprescindible.
TRABAJO:
ORACIÓN (libre, personal, espontánea) (5 minutos).
CONCENTRACIÓN (en la cualidad que a uno le gustaría llegar a tener) (8 a 10 minutos).
SUGESTIÓN (frase afirmativa, concisa, positiva) (5 a 7 minutos).
VISUALIZACIÓN (a sí mismo, viéndose y sintiéndose con la cualidad) (5 a 7 minutos).
SILENCIO (centrado, apoyado en la respiración. Es la recogida de la cosecha) (5 minutos).
FINAL:
Todavía en silencio hacerse a la idea de pasar a la actividad externa; hacer respiraciones completas y profundas; mover manos, pies, cabeza... despacio; abrir los ojos y no levantarse inmediatamente.
Mantenerlo durante todo el día. Hacer paradas para retomar lo sentido. Mantener el estado mientras se hacen las cosas cotidianas.
(Todo el texto anterior es de Antonio Blay)
SOLUCIONES O SUGERENCIAS:
Es recomendable ir por el mundo con una libreta y un bolígrafo, para anotar todos los sentimientos e ideas que nos van a aparecer de improviso. Al iniciar el trabajo se entra en una etapa fecunda en la que afloran ideas que nos pertenecen, y otras que nos presenta la vida, o la intuición, o la sabiduría arcana…
El trabajo interior lleva implícita la creación de filosofías cotidianas y religiosas que sean propias. Uno tiene la obligación de crear sus principios y sus mandamientos, para luego respetarlos escrupulosamente. Es mejor no vivir de ideas prestadas y de descubrimientos ajenos, sino que conviene desarrollar los propios. Lo que tu corazón te dicte será más válido, porque habita en tu interior y es tuyo. Dentro de ti hay más de un libro sin papel.
Si estás abierto a ello, despejas un canal de información que se encontraba obstruido. A partir de ese momento, conviene que seas receptivo y no aplaces los instantes de lucidez absoluta, la sabiduría que llega a oleadas, la iluminación que te produce casi cada cualquier palabra, visión o hecho.
Junto a cualquier página escrita que leas, tienes que añadir la tuya propia, tu propio libro, ya que estarás capacitado para ello, si no como literato que encuentra las palabras apropiadas y definidoras, sí como pensador y sentidor.
RESUMIENDO:
De casi nada sirve el trabajo “exterior”. De fuera, puedes recibir información y pistas, pero no sirven si no encuentran su reflejo en el interior: su misión es “recordarle” al interior, o “despertarle”, pero el trabajo, siempre, es interior. Todo se desarrolla dentro; todo se elabora en el silencio y la atención; todo crece desde una idea, una intuición, una sensación; todo se despliega en la intimidad de lo interior, y este proceso obliga a intimar con Uno Mismo, y a tomar conciencia de esa soledad en la que verdaderamente uno progresa.
Francisco de Sales
Si le interesa ver los capítulos anteriores están publicados aquí:
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