A TÍ TE HABLO

Inesperado final para mí. Qué buen tema, que bien llevado. Me gustó. Causa un dejo de tristeza o preocupación. No es fácil vivir, pero qué bueno es poder elegir cómo vivir.
Nilda

Queridos Nilda y Jaime, con este escrito doy cuenta de ese niño, de esa parte esencial de nosotros que acostumbramos a obviar con inopinado practicismo, un niño que debe sobrevivir a nuestras pérfidas desventuras y al mezquino que se puede ir formando en nuestro interior, pues tenemos un alma, que es alta y pura, que puede y debe prevalecer.

Un fuerte abrazo para los dos.

Hombre, los convencionalismos sociales y los costumbrismos culturales bien que pueden adormecer (de hecho lo hacen) a cualquiera. Sobre todo si ese cualquiera sigue aferrado a cosas raras como dioses, religiones, almas y espiritus. Pero bueno, concuerdo con tu escrito, al ciento por ciento esta vez.

Muy buen trabajo, como es costumbre en vos y bueno, recibe mi fraterno saludo de siempre compadre.

Siempre es un placer tenerte por aquí leyendo y comentando mis escritos, Elangelcaido, un verdadero honor porque tu visión de las cosas esclarece mi perspectiva sobre ellas, enriqueciéndome.

Un abrazo muy fraternal compadre.

Muy profundo escrito que invita a la reflexión sobre una triste existencia aceptada por la mayoría, que bajo la excusa de "así son las cosas", no se atreven a plantearse la posibilidad o la "utopía" de vivir en otro "mundo alterno", pero que con la consabida anuencia, pueda convertirse en realidad, así como se han convertido en realidad tantas falacias aceptadas por una mayoría. Me sorprende y alegra sin embargo el poder ver la alegría y despreocupación del niño que sobrevive a pesar del aparente odio de quien casi se jacta de haberlo creado, a juzgar por su convicción de su capacidad para destruirlo, cuando que, llegando cansado a casa, es tal vez tan utópico como toda la colección que carga sobre sus hombros y en su cabeza... tal vez sea sólo un sueño, o una pesadilla que el niño tuvo algún día y que creyó ser real...

Jeannette, has captado claramente la esencia del escrito por lo que te felicito. Creo que esta sociedad (sedienta de autoreafirmativa competitividad) se apresura demasiado frecuentemente a dejar atrás la inocencia inmaculada de donde todos venimos y (soy de la creencia) a la que todos partimos, por lo que matamos al niño que fuimos y nos volvemos un poco en monstruos devoradores de conciencias, cuando no verdaderas máquinas de pragmatista productividad... y yo me pregunto, y quiero que quien me lea se pregunte: ¿hacia donde nos lleva eso? Solamente si os planteáis esta cuestión me doy por enteramente satisfecho, dando por sentado que otro mundo es posible sólo con una adecuada predisposición de ánimo y actitud ante la vida. No es una mera utopía, sino una opción tan real como la vida misma.

Gracias por tu comentario guapa y un fraternal beso desde España y, más en concreto, desde mi Cantabria natal.

La eterna batalla entre lo que somos y lo que soñamos ser. Muy bueno.

Muchas gracias por tu comentario, Antifaz, viniendo de quien viene lo considero algo más que un halago, es decir, sobremanera. Recibe un fraternal abrazo de alguien que te respeta.