CONSECUENCIAS DE LA HIPOCRESÍA

Un texto con ideas fuertes. Se que el hombre lleva la hipocresía en la mano, por lo general, en situaciones especiales. Veo como Adanhiel que las iglesias están llenas de personas de avanzada edad, pero creo que realmente han aprendido, sienten el peso del dolor por el pecado y tal vez sí, también buscan redención pensando que es corto el camino que les queda. Prefiero equivocarme por pensar bien, por confiar en el ser humano joven, adulto o anciano.
Nilda

Yo creo también que el hombre (ser humano) se reconciliará finalmente con Dios y hallará franco el camino a su redención, pero mientras no lo haga solo quedan la fatua alegría y la hipocresía que nos harán sufrir más de la cuenta... Espectros vacuos somos si no nos llenamos de Dios y ni todos los rezos del mundo nos acercarán al camino que a Él nos conduce. Sin embargo Él cree en nosotros aunque con nuestros actos demostremos que nosotros no creemos en Él y es por eso por lo que creo que nuestro futuro es más que esperanzador. No obstante nos queda tanto por mejorar que, cuanto menos, desconsuela.

Un besazo Nilda.

Leyendo tu opinión me parece que lo que menos se debe juzgar es la fe de las personas, el acto de acudir a las iglesias o recintos sagrados no denota todo eso que acabas de decir, o por lo menos yo lo veo de distinto modo y eso que no abrazo el dogma para nada, pero sí que creo que cada persona es libre de sentir lo que quiera, de acudir dónde crea que le hace bien...y ¿Quién somos nosotros para juzgar esto? - La vida está llena de falsa moral, de prejuicios, de normas, de etiquetas, tanto para el que acude a una iglesia como para el que es un ateo, para el joven o viejo, o para el que la vida le ha hecho plantearse preguntas transcendentes ,en realidad hay un fondo mucho más profundo tras todo esto...
Si uno tiene la conciencia tranquila o no y necesita de esto o de aquello, pues adelante... lo ideal que uno sienta que lo que hace le hace mejor persona...

Gracias por verter tu opinión sobre el tema en cuestión, una visión que respeto enormemente.

A fin de cuentas... "Allá en el horno, se vamo a encontrar..." (Tango Cambalache)
Cada quien es cada cual y baja las escaleras como quiere... (Serrat - Cada loco con su tema)

A veces me pregunto: ¿Para qué andar buscándole la quinta pata al gato?
Así y todo; Te comprendo y entiendo. Lo tuyo es siempre la contemplación con su correspondiente reflexión, en lo cual coincidimos demasiado. Pero parece que no son tiempos propicios para andar vertiendo opiniones sobre tal o cual cosa. ¿A quién le interesa...?
Hoy por hoy, más que la razón o el razonamiento, se va a por la "energía" de las cosas: "Deja fluir..." Es de lo más común oír o leer esta frase en muchos lugares. Deja fluir, que todo decante por su propio peso. En vez de andar sentenciando (cosa que hemos aprendido y sufrido desde nuestra más tierna infancia) o abriendo juicios.
Hoy, mucho se habla de amor incondicional: Dios ama tanto al santo como al asesino, pues su amor es incondicional.
Si te abofetean una mejilla, tú le pones la otra. ¿Le pones la otra...? Doctrinas, doctrinadores, adoctrinados y Cia. La historia está plagada de todo esto. ¿Y a quién le va, a quien le mejora la vida o le hace mejor persona, cualquier opinión... cualquier sentencia; Diga quien la diga? (Cada maestrito, con su librito) Y así aprendemos lo que nos toca en suerte hasta que nos encuentra la muerte (mira que rima te he dedicado)
Nos duela o no; Somos ovejas de algún rebaño. Religiosos o ateos, de derechas o de izquierda, espiritualistas o materialistas. Irremediablemente: "Allá en el horno se vamo a encontrar..."
Como vez... No puedo evitar la tentación de buscarle la quinta pata al gato, cual alquimista; La piedra filosofal.
Siempre termino encantado de leerte. Abrazos al alma, queridísimo hermano.

Tú lo has dicho, querido y estimadísimo Ricardo, en el camino nos encontraremos, lo que a mí me apena es que la hipocresía (tan de mode en nuestra sociendad actual) se intente adueñar también del mensaje espiritual que Dios nos ha dejado mediante las personas de bien para que nuestras almas, prendidas a lo carnal y mundano, sufran lo menos posible, eso me hace sentir muy apenado y también (por qué no decirlo) diametral y potencialmente indignado, pero así soy yo, aparentemente dócil como un corderito pero terriblemente rebelde en lo consonante. En fin, ya me conoces un poquito.

¡¡DE ALMA A ALMA!!