ACERCA DE LA FELICIDAD Y LA ALEGRÍA.

Un niño se acerca a la caja de los juguetes que la ha proporcionado su padre. En principio, vacía toda la caja para elegir cual de todos  ellos le dará más felicidad y más alegría.

(Es bueno que cada cual tuviese claro los conceptos de cada palabra. Yo digo que: Felicidad es un resultado genuinamente emocional, producto de una sucesión de hechos que nos agradan. Creando de esta forma una química cerebral que nos produce ese placer al que hemos bautizado con el nombre de felicidad. Como así también digo que Alegría, no es un estado de felicidad devaluado, como se podría entender vulgarmente, sino algo un tanto más complejo. Si bien responde a lo emocional, también entran en juego variables del razonamiento y del entendimiento de lo que nos rodea. Digamos que el concepto de alegría es más interactivo que el de felicidad. Al menos para mi.)

Pero a lo que iba con el ejemplo del niño...
En verdad creo que todo funciona de esta forma (al menos en esta vida terrenal) Digo esto porque veo personas locas de alegría y felicidad por las mismas circunstancias que a mi no me provocan ninguna de las dos cosas. Es decir que ante el mismo hecho, cada cual reacciona de diferentes formas. Esto no es ninguna novedad. Pero hay algo en esto, o en determinadas personas, que me molesta. Es cuando abren juicio. Por poner un ejemplo: "¿Pero cómo es que la llegada de un nieto no te hace feliz, si es lo más maravilloso que a uno le puede pasar en esta vida? Porque a los hijos se los quiere, pero a los nietos... ¡¡¡Se los adora!!! "
Y resulta que con esas sentencias, es como que te hacen sentir culpable. Porque lo cierto es que la mayoría de las personas dicen y se manifiestan con una felicidad y alegría desbordantes ante tal acontecimiento. Hasta el punto que te secan los intestinos hablando de su nietito como si fuese el "único" nieto del mundo. ¿En verdad, se siente de esa manera? Pues, hay muchas cosas que (no se si lamentablemente) no comparto con la mayoría de los mortales. Tampoco me gusta el futbol, siendo varón... Pero hombre ¿Cómo es qué no te gusta el futbol, qué no vas a ver los partidos? Más o menos: Como decirle a un español: ¿Qué no te gustan las corridas de toros?!!!
Como cualquiera, hay pasiones (colectivas) que no me apasionan. Pero lo que hiere, es el juicio. Con su debida sentencia.
De vuelta me he ido por las ramas, pero todo viene a cuento.

Por ultimo; Retomando el ejemplo del niño...
Si coincidiésemos en que nuestro Padre/Madre es El Universo, Dios, La Pacha Mama, o como quieras llamarlo.
Es Él, quien nos proporciona nuestra caja de juguetes, para que juguemos con ellos en esta vida. ¿Qué tanto de cierto hay en que cada cual es artífice de su propio destino? Si no es lo mismo "aterrizar" en la miseria que en la prosperidad. En la paz, que en la guerra.¿Dónde está el artífice, de cuál destino?
Jugamos con los juguetes que se nos han dado, amigos. Y nadie le presta, ni por un rato, los suyos a nadie. (Aparte, creo que no está permitido por El Supremo) Qué hacemos... Pues, en lo posible y dentro de nuestras capacidades nos esforzamos por ser felices y alegres con aquellos juguetes que nos han dado. Y me parece que es lo correcto.

Como verán hoy tengo un día más o menos pensante, y no pienso desaprovecharlo.
Ultimamente, es decir en estos últimos años, me estoy esforzando en aprender a no abrir juicio sobre las conductas del prójimo. (Cada cual juega de la mejor manera que puede con sus propios juguetes) Y debo admitir que me está dando buenos resultados.
Vivo bastante más distendido. Estoy comprendiendo que a esta vida la complicamos nosotros. Y hasta estoy logrando que me resbalen los juicios que abren sobre mi. Que no es poca cosa. Y lo mejor de todo, me siento feliz y recuperé la alegría de cuando era niño. Estoy comprendiendo, de a poco, que nada verdaderamente malo me puede suceder, si sencillamente viviese como Dios manda. (Entiéndase que no soy un chupacirios) Y casualmente, El Maestro alguna vez dijo que: "Los que quieran entrar en el reino de los cielos, pues deberán volverse niños" O como niños, o algo así dijo. Creo que se refería a la inocencia... Al mediodía de la ingenuidad. Una gran cosa, como para valorar.

Ahí lo dejo. Un fuerte y cálido abrazo a mis compañeros de viaje de letras.  

Ay! mi querido hermano, me has armado un lío con tus palabras y conceptos, que no me creo a tu altura para responderte, pero como soy medio audaz y acepto los desafíos...pues aquí va mi respuesta.
Creo que los juguetes que nos tocan, depende del contexto en el que venimos al mundo. En un principio, está correcto que "juguemos" y seamos felices con lo que nos tocó, evitando preconceptos, críticas o enjuiciamientos, a los que no juegan con nosotros o como nosotros, pues prefieren irse a otro campito.
En algo difiero contigo, hermano mío, y es en que debemos conformarnos y guardar la inocencia, para que nuestra felicidad no se tambalee. Creo que El Supremo, como tú lo llamas, nos da libertad de acción para prestarnos los juguetes, cambiar de campito, o dar vuelta el juego. Podemos arriesgarnos a cambiar las reglas, empezando por mostrar, nosotros mismos, que se puede jugar de otra manera. es decir, dando el ejemplo. Por supuesto que la situación puede volverse incómoda, puede que perdamos ese etéreo estado de embriaguez, esa sonrisa petrificada en el rostro, propia de los idiotas ( con perdón de los mismos), aunque el riesgo bien vale la pena. He tenido que pasar por muchos estadios en la vida para perderle el miedo a la comodidad y a las críticas. Hoy me siento más libre, más arriesgada en ir en contra de la corriente, no por ir nomás, presto mis juguetes y acepto los que me quieren prestar. Y a aquellos que no lo quieren, no los enjuicio, al contrario, creo que les hace falta más vida, más aprendizaje, más riesgos, y aprender a ser felices con lo que nos tocó en esta mano de cartas, pero también se puede aprender a "mejorar" el juego. En fin, seguiremos jugando, cada cual a su manera, y el tiempo nos dirá si nos hemos equivocado. permíteme decirte, que el hermano que yo conozco, seguirá sin abrir juicio, seguirá sin que le importen los juicios sobre él, pero( siempre hay un pero), seguirá arriesgándose en el juego, porque su felicidad, como la mía, reside, no en el conformismo, sino en la sorpresa y desafíos, que nos esperan a la vuelta de la esquina, así como los juguetes que podremos ganarle a la vida. Entrañables abrazossss, hermano-amigo!!!Malisa    

Pues... Te lo has ganado en una rifa a este loquito hermanito tuyo, querida Mali.
Por supuesto que nunca estarás a mi altura, en lo que se refiere a capacidad de comprensión y sabiduría, amiga. Tendrías que descender unos tres o cuatro peldaños. En verdad, no deseo eso para ti; Dejarías de ser mi Norte.
Me alegra sobremanera que te hayas involucrado en mis divagues, que por ser divagues no dejan de expresar mis sentimientos y primitivos razonamientos.
Sólo eso. Quería agradecerte el trabajo que te has tomado en leer, razonar y escribir a este autodidacta aprendiz de pensador.

Recibe mi más cálido y fraterno abrazo, Dulcinea de mis entretelas. (Evocando a nuestro amado Quijote, me imagino el tirón de orejas que me hubiera dado luego de leer esto)
Cierto; Que lo bueno, dura poco.

Abrazos al alma, Mali.  

Any, querida compañera de letras; Aprecio mucho tu comentario, pues se ve a las claras que sale de tu corazón y que eres una persona muy sensible. Muy bonitas palabras me has trasmitido. Te quedo por demás agradecido que hayas leído mi reflexión, que está muy lejos de ser filosofía. Sencillamente; Cosas que a uno se le pasan por la cabeza, y las escribe para alguien las lea.

Any, la dulce; Recibe mi más cálido y fraterno abrazo, compañera.

Ricardo entiendo el fondo, pero creo que has mezclado muchos conceptos, en realidad todos buscamos la felicidad pensando que ésta está en las cosas externas o en lo que  nos sucede o deja de suceder marcando esto el grado de felicidad, pero a eso no se puede considerar felicidad. La felicidad es el estado natural del ser y está únicamente asentado en nuestro mundo interior.

LUHEMA escribió:

Ricardo entiendo el fondo, pero creo que has mezclado muchos conceptos, en realidad todos buscamos la felicidad pensando que ésta está en las cosas externas o en lo que  nos sucede o deja de suceder marcando esto el grado de felicidad, pero a eso no se puede considerar felicidad. La felicidad es el estado natural del ser y está únicamente asentado en nuestro mundo interior.

Muchas gracias, Begoña, por tu valioso comentario.
Por compartir y acercarme tu sabiduría. Abrazos compañera   !!!