¿ Y usted que haría...?

Un hombre volvió de un viaje de negocios un día antes de lo previsto. Era tarde y tomó un taxi. Cuando estaba llegando a su casa le preguntó al chofer si quería ser testigo de lo que iba a encontrar, ya que estaba seguro de que su mujer lo engañaba, y que en ese momento estaba con su amante. El chofer, previo pago de 100 dólares, aceptó de buena gana.

Entraron sin hacer ruido, abrieron silenciosamente la puerta del dormitorio, el marido encendió la luz y corrió de un tirón las sábanas de la cama. Tal como lo había previsto, descubrió a su mujer y al amante haciendo furiosamente el amor.

Fuera de sí, sacó una pistola y puso el cañón en la sien del amante, pero la mujer gritó despavorida:

- ¡No..., no dispares..., no dispares por favor! ¡Te mentí...! ¡Nunca recibí una herencia de mi tía Clotilde! ¡Fue él quien pagó la 4 x 4 que te regalé, nuestro yate, también nuestra casa sobre el lago, nuestras vacaciones y el colegio exclusivo de los niños. Hasta paga nuestras compras del supermercado!

El marido, fuertemente impactado por esa repentina revelación, bajó la pistola, se volvió hacia el taxista y le preguntó:

- Por favor, dígame, usted, en mi lugar, ¿Qué haría...?

- ¿Yo...? Yo volvería a taparlo... ¡No vaya a ser cosa que se resfríe...!

 

SALUD POR EL BUEN HUMOR!, ABRAZOS.

TRINA

Muchas gracias por tu visita, amiga Trina. Recibe mi aprecio y mi saludo,
José