Expansión y merma

Convinación de idea, cualidad, introvisión que permita expresar esa cualidad, es decir, disposición a la inherencia y el medio o medios para hacerla tangible; todo eso es la inspiración. Cualquier artista sabe esto, sino racional sí emocional y sensiblemente. Pero la manifestación creativa de Dios, como todo lo que a Él nos acerca, es generosa, magnánima sin reservas; el hombre bueno nos brinda noblemente lo mejor de sí mismo mediante ella, éstos son los genios benéficos pero, ¿y los maléficos? (entiéndaseme en tono arquetípico) Porque conforman mayoría y la prueba de su número es el defenestramiento de los primeros, particularmente, cuando no transigen al capricho de los segundos y al irracional despecho enviciado de sus innumerables vástagos vestidos, mayormente, con piel de cordero.





Adanhiel.

Pero... ¿Y los maléficos? Pues, son condición esencial de los primeros. Sin los unos, no habrían de existir los otros. De otra manera, esto sería el paraíso terrenal. Esa utopía tras la cual, las almas blancas, vamos en pos. Por ella, la Obra magna: "El Quijote".

"Pero cuanto mas voy pa´ya, mas lejos queda. Cuanto mas de prisa voy, mas lejos se va." -(Serrat)-

Los maléficos son la negra mancha que abarca un pequeño espacio en la inmensidad de la blanca pureza de lo Divino. Pero como tal, no pasa desapercibida sino que se magnifica ante nuestros ojos. Pues, como tal; Lastima, hiere, ensucia, desarmoniza.

Talvez siempre vaya a ser así, aquí en este mundo. De seguro, que todo cuanto aquí está puesto, aunque no lo entendamos... Por alguna razón esta.

¡BENIGNOS ABRAZOS, AMIGO ADANHIEL!

Que ese contraste ennegrecido nos sirva de aliciente para seguir gestando nuestro producto, para que pueda seguir siendo paladeado por el gusto de no pocos, con eso nos damos por servidos, ¿verdad? Aunque pueda ser que pidamos demasiado tal cual están los tiempos.

Solo queda decir que tal contrapartida entre polos no haya de ser eterna y que la utopía, como en otros tantos ejemplos, se pueda añadir a la experiencia de futuras generaciones liberados de tantos demonios surgentes del mismo inframundo, Ricardo, luchemos por ello, como siempre digo: INCRUENTAMENTE, pues merece la pena para y por un devenir que ha de arribarnos para bien particular y, sobre todo, general.

¡EXPANDIDOR ABRAZO, MI FIEL SANCHO!