RESPETUOSA Y AGRADECIDA ALTERNANCIA

Cierto tipo de personalidades, de certidumbres y motivaciones externamente contrapuestas pasan a congregarse, a groso modo y a tenor de su carácter, en dos tendencias: activa y pasiva; atendiendo bien a esta reseña como preciso punto de partida asimilativo, aseguro que no hay fatalismo en la pasividad cuando el sentido de esta es el de procurar el certero y dúctil desarrollo del movimiento. El universo nos influye de diferentes maneras, pero no nos conviene olvidar que únicamente del hombre enérgico fluyen y cobran materialidad las más horribles atrocidades (amén de las consabidas analogías menores de ámbito cotidiano generadas en la ansiosa pasividad), que no del contemplativo a quien, por cierto, se le encuentra antes en el vagón del ejecutado que en el balcón de los aclamados.

El movimiento de las cosas y de la vida traza la manija insoslayable del tiempo, transforma, disloca, ¡crea! Para que esto suceda, en reiteración de formas minimamente traumáticas, de lo inerte surge el cuerdo movimiento y en esa actividad subsiguiente prospera la calma. No hay componente de cualquiera declinación tomada que lo sea categóricamente; es el radicalismo generado por la ilusoria y excitante sensación de poder, en unos casos, y por el aplastante peso subyugador que representa, en otros tantos, donde surge, amenazante, el daño libertino y, por lo tanto, el sentido de Dios en la tierra.

La prepotencia que acorrala al hombre en su propio ego no adviene ni fertiliza en el manso, aunque la tentación no deje de trastornarle; esta sola advertencia debiera darnos a pensar: no hay pausa sin movimiento ni movimiento sin pausa; sin tal premisa deductiva la evolución es igual al desenfreno, justo allá donde conduce la inteligencia sin sabiduría, que lo es por escuchar al corazón, primero, y a la intuición trascendente, después, sin perder en ningún instante la sensata brida del razonamiento cabal.

Adanhiel.

No te he entendido muy bien... pero sí puedo añadir que el hombre es movido por el Ego cuando no sabe mirar hacia dentro. Cuando se deja llevar por lo superfluo, cuando pierde el sentido de su existencia...

Querida Luhema, a veces me ocurre que es como si otro escribiera por mi y al releerme hasta a mi me cuesta extraer lógico sentido, asi que me gusta contemplar lo escrito como se debería de observar el arte: sin necesidad de comprender...Basta con sentir. En cuanto a ti, no te subestimes, entendiste sin duda y oportunamente aquello que estabas preparada para entender; interpreta como si esa parte del escrito estubiese dedicada a tu propia conclusión.