El Pijama Azul

Un hombre llamó a su esposa desde el trabajo y le dijo:

- Querida, el jefe me pidió que lo acompañe a pescar a Canadá con algunos clientes muy importantes. Nos vamos por una semana, y ésta será una muy buena oportunidad para conseguir mi tan ansiada promoción. Por favor, prepárame la valija y no te olvides de meter suficiente ropa para una semana, además de la caña de pescar y mi caja con los anzuelos, que cuando salga de la oficina la paso a buscar... Ah...! Y no te olvides de incluir mi pijama de seda azul!

La esposa pensó que este último pedido sonaba un "poquito' extraño", y que era muy llamativo que necesitase un pijama tan lujoso para una excursión de pesca. Pero como buena esposa hizo lo que su marido le pidió.

Una semana después regresa el marido, un poco cansado, pero contento. La esposa le da la bienvenida y le pregunta:

- ¿Pudieron pescar mucho...?

- ¡Ufff!... - Contestó el - No dejamos una sola trucha en el lago. Pero dime..., ¿Por qué no pusiste mi pijama azul, como te pedí...?

Y la mujer, sorprendida, le respondió:

- Sí que lo hice... ¡¡Lo puse en tu caja de pesca...!!

Muy bueno!! como siempre!! alegrandome el instante siempre que te visito.
Saludos cariñosos.

Gracias Karla. Me alegra que te haya gustado. Recibe mi saludo afectuoso,
José

Me parece que el hombre ni por casualidad abrió la caja de pesca.
Gracias por compartir.

Jajaja..., a mi también me parece. Aprecio tu visita, amigo. Saludos,
José

Ahí está la trampa de la mentira. Se necesita ser mucho más hábil para mentir que para decir la verdad. El mentiroso a la larga siempre se pisa solo..., jajaja.
Gracias por pasar Nacho. Saludos,
José