Falta de Puntería

Allá por los años '50, casi todos los taxis en la ciudad Buenos Aires eran esos cascaruditos Mercedes Benz, realmente inacabables.

En una oportunidad que vino un chacarero a la capital para hacer unos trámites, después de llegar en tren a la estación Retiro, se subió uno de esos taxis para que lo llevase a la dirección de su destino.

Una vez en camino y mientras circulaban por las calles y avenidas de la gran ciudad, el campesino, curioso, le preguntó al conductor para qué era ese redondel con una estrella en el medio, que el automóvil tenía en el extremo de su capó.

Como obviamente se refería al logo de la marca Mercedes, el chofer porteño y canchero, no pudo dejar pasar la oportunidad de gastarle una buena broma a su pasajero pueblerino:

- Eso - Le dijo - Es la mira del auto.

- Y para qué la usa? - Preguntó desconcertado el gaucho.

- Es que con eso le apunto a las personas que se me cruzan en el camino y las voy atropellando para tener el camino más libre...

- De veras...? - Dijo el pasajero incrédulo por las cosas que pasaban en esa urbe.

- Si, mire...

Al llegar a una esquina había varios transeúntes cruzando la calle. El chofer le apuntó a uno y justo antes de llegar lo esquivó muy finito.

- Uff..., ese se me escapó por poco. Pero déjeme seguir intentando...

Así, volvió a repetir la maniobra un par de veces ante el asombro del chacarero, que no podía creer lo que estaba viendo.

En la próxima ocasión, el taxista quiso hacer lo mismo, pero al pasar cerca de la persona sintió un ruido tremendo y cuando miró por el espejo retrovisor vió que el tipo que acababa de esquivar estaba a los revolcones por la calle.

- Qué pasó...??? - preguntó horrorizado el chofer del taxi.

- Y m'hijo..., usté tiene que hacerse ver pronto de la vista. Esta vez, si yo no abro la puerta, le volvía a errar...!

JA JA JA, muy bueno!!!

Gracias por tu visita Juanpe. Saludos,
José