VUELO AL CIELO

Estaba con él desde aquella vez que lo encontró asustado y hambriento.
Ese día de invierno fue uno de los más crudos, ventoso y con una llovizna persistente que parecía meterse en los huesos.

Ramón, vivía en la calle como otros tantos indigentes. Mancha era su compañero inseparable, un perro ordinario sin embargo, se destacaba por tener un pelaje totalmente blanco, con execión del lomo donde resaltaba una mancha negro azabache en perfecto círculo.

Juntos recorrían las calles procurándose alimentos y algún objeto que sirviera para refugiarse del frío o el calor según la época del año.
Compartían absolutamente todo, desde un manjar producto del descuido del encargado de la cocina de un restaurante, hasta un trozo de pan duro.

Lejos estaban de imaginar que el destino valiéndose de la imprudencia de un conductor, atropellara a Ramón dejándolo gravemente herido.
Mancha daba vueltas a su alrededor moviendo la cola y lamiéndole la cara como tratando de ayudar a su compañero.
Unos minutos más tarde, una ambulancia cargó a Ramón y partió haciendo sonar la sirena.

El perro no dudó un instante y se lanzó a toda velocidad detrás del vehiculo.
A pesar de sus doce años se mantenía ágil y lo pudo seguir a corta distancia pero… el trayecto al hospital resultó largo para su corazón. Dio su último latido y allí quedó el cuerpo sin vida sobre el asfalto.

Arriba, a diez metros sobre el camino dos palomas se juntaron para volar en un mismo sentido, eran totalmente blancas, excepto porque una, tenia una mancha negro azabache en el lomo.

Muy bonito,Ricardo, emotivo como dice Poesía y yo diría que muy real. ¡Cuántos perros actúan de esa misma forma en un caso similar! Deberíamos tomar ejemplo. Un abrazo.
No conocia el caso de Eleanor. ¡Qué emotivo!

Muy cruel para los sentidos del lector,
estamos acostumbrados a vivir de espaldas a esta realidad.
No obstante, detrás esconde lo simple que puede ser la vida
o cómo se la complican los que no saben vivirla.

Un ejemplo,asi lo leí,fidelidad,amor,y la forma de vida que los humaos a veces olvidamos

Citación :

Mancha era su compañero inseparable, un perro ordinario sin embargo; se destacaba por tener un pelaje totalmente blanco, con execión del lomo donde resaltaba una mancha negro azabache en perfecto círculo.

Creo que queda mejor el punto y coma...

En el texto, es muy emotivo y le das una gran carga trágica; en esencia, con pocas palabras, has hecho muy buen relato. Además, tengo dos perros y doy fe de tal lealtad; a veces, son mejores incluso que muchos humanos... ¡Qué demasiados seres humanos!

Un saludo de Samuel.

El amor incondicional de un animal, esas muestras de cariño que hacen que, como humano, a veces me avergüence por lo imperfectos que podamos llegar a ser.
Deseo que las dos palomas vuelen muy alto y por mucho tiempo juntas.
Gracias, compañero.

Posiblemente, lo hayas escrito desde la ficción, o no.
Es que la lealtad incomparable de estos "hermanitos menores"
(como les llamo y de los que nos enseñan tanto!) prueba de
ella, se da a cada instante.
Solo basta prestarles atención y jamás nos darán la espalda.

Ricardo, sé de tu amor por ellos y no me cabe duda que al escribir
este relato, pensarías en los tuyos, o me equivoco?

Un abrazote perruno para vos, querido amigo!!


.-

Ricardo me tocaste con este texto... La fidelidad de estos animales es indudable!

Gracias por compartir.

Relato enternecedor hasta la lagrima.

Gracias a todos y como dicen en algún comentario más arriba este relato fue inspirado cuando en un día al dar vuelta en una esquina vi a un hombre que había sido atropellado; tenia el aspecto de indigente y un perro desesperado lamia su cara y dada vuelta a su alrededor; Luego llegó la ambulancia y cuando se llevaron al hombre el perro corrió detrás hasta que se perdieron de vista. El resto lo imaginé.
Un abrazo.