La Gripe

Un estornudo anunció su llegada sin embargo, la desgraciada no se manifestó hasta el día siguiente cuando la picazón en la nariz y el goteo incesante por la misma me obligó al uso de una tonelada de pañuelos descartables.

¡ESTAS ENFERMOOO! - gritó mi mujer, como si la gripe fuera una maldición que había caído en la casa y de la cual yo era el único responsable.

-Te dije que estabas desabrigado pero, el señorito se hace el hombre fuerte y ahora… parece un moco desparramado en el sillón con los ojos humedecidos, enrojecidos y pequeños como un marica después que lo dejó el novio.
Más te vale que te quedes encerrado en el dormitorio y tomes los medicamentos. No quiero que nos apestes con esa gripe a todos. Y anda sabiendo que no voy hacer de enfermera de un irresponsable.
Lo único que me faltaba después de trabajar, hacer las tareas de la casa, atender a los niños, ahora tengo que cuidar a un resfriado.

Los gritos retumbaban como cañonazos agudizando el dolor de cabeza que para entonces era insoportable.
Todo ese día estuve utilizando la tonelada de pañuelos descartables, al otro día ya no goteaba mi nariz pero, mi pecho estaba absolutamente tapado, la tos era lo más parecida a los ladridos del Gran Danés que tiene mi vecino de enfrente. Tan parecidos, que el perro contestaba como si la que ladraba de este lado fuera una hembra.

La tos perruna me desgarraba el pecho y a pesar de mis esfuerzos por no toser la erupción volcánica se tornaba incontenible, me sacaba los ojos para afuera como cuando voy al proctólogo y la cabeza me estallaba de dolor como si me explotara una granada adentro.

Para colmo de males comencé con problemas intestinales producto de la medicación antigripal. Ahora tenia que tener sumo cuidado al toser… hasta que… finalmente sucedió lo inevitable.

Enfermo, aislado, dolorido y cagado.
Sin embargo siempre hay un lado positivo.

Con tanto moco no tuve que soportar aromas.

esta gripe si que esta de temer, un gran final y moraleja incluida, siempre el lado positivo, hasta entre mocos jaja.
muy entretenido el relato.
saludos cordiales
karina

Divertido y tan real Ricardo, que cualquier lector se identifica con la situación y se compadece del narrador.
Excelente, la cuota de humor en algo tan comun como una gripe, hace de este relato una buena cura para el tal molesto resfrio.

Sabes, ja yo creo que los mexicanos tienen razón cuando dicen GRIPA, en lugar de GRIPE, como nosotros, fijate que uno dice, ESTOY ENGRIPADO, y no, por que ademas suena mal, ESTOY ENGRIPEDO...un buen punto no.

Que las hadas te acompañen