Siempre le Pasaba lo Mismo

Siempre le pasaba lo mismo. Cada vez que se sentaba en el avión tenía el presentimiento que iba a morir ese día en un accidente aéreo y entonces… imaginaba, ¿Como seria la vida de su familia sin él? ¿Como se arreglarían económicamente?

Los niños, quedarían al cuidado de su esposa que tendría que buscar un empleo o quizás una nueva pareja con todo lo que eso implica para los suyos y sobre todo, para sus hijos. Se los imaginaba reunidos en el velorio junto a sus amigos todos sufriendo por su muerte, sin embargo a pesar de sus pensamientos negros resolvía quedarse y viajar como si en realidad no creyera en lo que sentía o peor aun, quizás fuera más fuerte que el temor a morir, su necesidad de sentirse querido y valorado.

Entre los cadáveres, había uno que le llamó la atención al jefe de bomberos por la expresión de satisfacción que tenía en el rostro.

¿Y si el ser humano invoca su propio destino?

Genial. Como siempre Ricardo.

Un abrazo.

BUENO AL MENOS ESE AUTOENGAÑO LE PERMITIO MORIR SONRIENDO.
A VECES ME HE IMAGINO COMO SERIA MI VELATORIO, SI ALGUIEN LLORARIA O SI REALMENTE ME DOLERIA VER TODO ESO, OBVIO QUE DESCHO MAS QUE RAPIDO ESA IMAGEN,PORQUE ES BASTANTE ANGUSTIANTE JA,COMO EL TIPO DEL AVION
UN BUEN CUENTO

Gracias Manuel y Mateo
Un abrazo

¿Sabes Ricardo? creo que esto es más común de lo que pensamos. Una vez un amigo me pregunto: Ha tenido una escena viendo su propio funeral? Le dije nooo, todavía no... me contó su visión. A los dos días murió de un ataque fulminante al corazón.
Y bueno aparte de la realidad y entrando en materia del cuento, el final me pareció bien cuidado...

Un abrazo

Muy bueno otra vez, Ricardo. Y yo que le tengo miedo a los aviones... Saludos,
Jose

No hay que llamar al destino con pensamientos asi, ja.
un buen cuento.