¡AY SEÑOR!

Luisa,se levantaba cada mañana con sus huesos yá dolidos,lenta y cansada.
Un vaso de leche manchada con unas gotas de café,todo el dia por delante y sentada junto a la ventana una y otra vez exclamaba:¡Ay señor! llévame pronto.

*Nunca El Señor nos lleva cuando se desea, y sí cuando nunca se está completamente preparado, aunque en cualquier momento se hubiese deseado*

Tu pequeño micro me recuerda esto que pongo, y que una vez me dijo alguien sobre otra persona. Pues hubo un tiempo en que se quejaba de su situación, por tantas vicisitudes que había afrontado en su vida, añadiendo que ya no tendría fuerza para seguir adelante, sin embargo, en sus últimos treinta años se casó de nuevo, tuvo un único hijo, que le regaló todo lo que un ser humano puede desear de la vida como mujer, hasta conocer un nieto siendo feliz al lado de su pareja, que luego tuvo que soportar la soledad por la muerte de quien se quejaba entonces, y hasta bien poco gracias a Dios fue importante el apoyo de lo que a través de ella, la esposa fallecida, la de esta frase de arriba, pudo disfrutar en esa otra soledad significativa cuando le faltaba ella.

Buen micro que da mucho para recordar vidas de otras vidas mi querida "pétalos"... .

Un abrazo. Elisa

Elisa ,esta pequeña frase ó casi mejor dicho éste suspiro ¡Ay señor!llévame pronto encierra en sí mismo un grito de no querer seguir viviendo,de quererse marchar yá de éste mundo;define y de alguna manera también resume toda una forma de entender toda una vida...
Es conocido y muy dicho en la amplia y extensa Castilla,en sus pueblos pequeños y recónditos; cuándo después de toda esa vida de trabajo, esfuerzo y superar mil y un obstáculos y vicisitudes algunas mujeres no pueden soportar más la dureza de sus vidas.
Yá de niñas les tocó vivir una guerra civil cruel y sangrienta,más adelante también les vino la pos-guerra; tan dura o más que la guerra.
Más adelante el régimen y ésa España inculta y retrógrada en la que las mujeres apenas tenian derechos como los hombres y necesitában de la aprobación de sus maridos para cualquier acción minima.
Sin derecho apenas de trabajar,dedicándo toda su vida al marido y a los hijos;y más tarde al cuidado de sus padres ó familiares.
Una vida de constante renuncia a su libertad y disfrute,de vivir en el"no",de vivir en la oscuridad,en la renuncia constante a su tiempo y elección.
Tiempos aquellos en que la autoridad la imponia el marido,y muchas de ellas acataban con total sometimiento sin rechistar.
Mujeres que dejaron todo,todo en el camino por su casa por criar a sus hijos ,atender al esposo y cuando han llegado al final de sus vidas ya quieren irse cuanto antes porque la vida para ellas ha sido una constante privación de sus derechos más elementales,la vida ha sido una carga demasiado pesada de llevar...
Cuando han llegado al fin de sus dias muchas terminan solas y otras en residencias para mayores y en muchas ocasiones ambas viven el final de sus dias sin apenas cariño y ternura de sus seres más allegados.
De ahí sobre todo ,creo que sale ése hondo suspiro¡Ay señor! llévame pronto.
Un abrazo entrañable.

Qué bien que expresas lo que yo no quise en ese momento haber dicho acá arriba.
Pues , como ves, hay historias reales para todo y nos las da la propia vida de otros que las saben o nos las comentan.

Eso mismo oí decir tantísimas veces a gente mayor que yo, cuando llegué acá a esta Castilla tan dura. Conocí a alguien cercano a mi realidad que se casó mayor con un viudo de otras dos mujeres (!) ... ¡Había aún mujeres tan dependientes de ellos, que creían que eso las daba otra vida más digna a su soltería o, cierta seguridad aún siendo independientes para gestionarse su realidad, además de tener en la familia cuadros bien tristes sobre ese sometimiento; pero les avergonzaba no haber aprovechado su oportunidad de jóvenes, porque sus padres eran dependientes de ellas, eran sus sirvientas y no las dejaban casarse con el que ellas querían, sino, con el que ellos, su padre y sus hermanos creían conveniente aunque fuese un hombre mayor, pero con tierras o haberes; así que permanecían solteronas con más de cincuenta años, "envejecidas o ajadas ya no tenían opción de nada, ni la esperanza de un hijo para su vejez". Pero aún capaces de manejar un hogar y atender a un varón, las llevaba a exponer su "virginidad" tan dignamente llevada y codiciada por un cerdo de estos que sólo buscaba satisfacer su instinto y ver qué pillaba de la heredera, para dejar a su prole anterior algo más y, ellas por la novedad de lo desconocido caían, hacían testamento a favor de ellos ya casadas, porque "si no lo haces es porque no me quieres"... Así que jorobaban a sus hermanos y sobrinos a los que prometieron las herencias de su padres.

Una de estas mujeres que digo murió en extrañas condiciones de un porrazo terrible. La cabeza la tenía negra como su rostro por un lado, cuando la recogieron del suelo ya muerta. Nadie escuchó nada, el marido seguía en la misma silla donde ella lo dejó "al irse a la cocina porque estaban comiendo y no volvió, que el se quedó dormido, creyó que había salido a algo" (...) Aún la historia se hace leyenda y enigma, pero el buen señor de unos casi ochenta años volvió a casarse de nuevo, a tener otra herencia de la viuda y con "un buen médico pudo seguir caminando". ¿quién se fía de tanta coincidencia? Él había sido magistrado .

Cuando llegué acá un buen amigo me puso en las manos tres libros sobre "la mujer española y como se desenvolvían ricas y pobres en el régimen franquista y de mucha religiosidad hipócrita. ¡Me enteré y tomé medidas!
Por si las moscas, pero luego e visto tanto que ahora respiro tranquila por mis hijas.

Uno de ellos es: "La condición social de la mujer en España" de Margarita Nelken, por si tienes curiosidad.


Un abrazo. Elisa

Qué aportar más que leer la sabiduría de ustedes dos ("Pétalos". elisa)
un abrazo.
un buen micro relato.
saludos

El micro Petalos, excelente. Sin haber leído los comentarios tanto los tuyos como los de Elisa, se me vinieron a la mente miles de situaciones y casos existentes, montones de momentos en que enfermedades, males, guerras, esfuerzos de una vida, terminan con el agobio de la vida. La exclamación final, es fuerte y lleva la carga de toda las interpretaciones, que convierten a este texto, en uno reflexivo y con una profundidad que duele incluso. Los comentarios posteriores de ustedes, bueno, tal como dice martín, reafirman esa sabiduría y confirman la reflexión a lo que me refiero. Micro y comentarios, es todo un gusto leerlos.

Un abrazo

Ignacio

Gracias Elisa por tu recomendación,la tendré en cuenta.

¡¡Abrazos de flores multicolores !!

Gracias Martinrenan y gracias Nachito;por la lectura de éste pequeño micro y por vuestras generosas palabras , me alegra que os haya gustado ;y si en algo os ha enriquecido pues quedo complacida humildemente.

¡¡Abrazos de mil flores de colores!!

Primero leí el micro, lo senti inconcluso, le falto cuerpo al mismo.Como micro no se si esta bien, otra cosa es lo que has querido decir, que tuve que resolverlo leyendo luego los ricos comentarios de Elisa y el tuyo.
A cierta edad, es cierto,nos cansamos, pero no soy de la idea de rogar ni a Dios que nos lleve, sino de disfrutar al maximo cada momento,inclusive estos ultimos tiempos invernales, donde duelen las espaldas, siempre pense que el Señor tiene bien planeado hasta cuando y el tendra sus razones, ¿por que entonces andar cambiandole los planes o andar pidiendole algo?, yo digo cada día:
Señor, si hoy tengo un día más aqui, voy a disfrutarlo y si es el dia que me toca ir, espero haberte cumplido y muchas gracias por todo.

Bravo pétalos!!!, un texto hermoso y desgarrador, llega al alma.

Un beso en las letras.

Luis

Gracias,eres muy amable.

¡¡Abrazos de mil flores!!

Buenisimo!, la angustia que trasmite es grandiosa.