Ingrid 07 [acto 9]

Tema: Ingrid 07 [acto 9] Mar Ene 06, 2009 4:16 am

Ingrid 07 [acto 9]

Ciudad Capital. Desde los cielos se veía como un campo sembrado de rascacielos grises. Millones de edificios florecían sin tregua sobre cientos de kilómetros de hormigón. Caminando por la calle era muy rara la ocasión en que se podía ver a la luz del sol pegar sobre el suelo. Las construcciones eran tantas, y tan altas, que sólo al mediodía la escurridiza luz solar hallaba el camino para estamparse en las veredas; el resto del tiempo, los embrujados citadinos nadaban en una sombra perpetua. Los espacios verdes eran ya tan escasos, que cualquiera dispuesto a consumir naturaleza debía viajar durante varias horas para conseguirlo.

Más allá del pequeño detalle del elevado costo, la salud en la ciudad gozaba de un excelente nivel. Todos los hospitales contaban con el eslogan que ponía en letras grandes: Porque la salud no tiene precio, y debajo el logotipo de la Administración. La fórmula para acceder a este excelente servicio de salud era muy simple, sólo debía ser un ciudadano aplicado, y cumplir las doce horas diarias de la jornada laboral corriente, en cualquier trabajo seleccionado de la amplia gama de trabajaos esclavizadores disponibles.

Por supuesto que todo aquel que quisiera acceder a un trabajo, primero debería haber completado sus buenos años de educación paga. Y ya que hablamos del sistema educativo, déjenme decirles que éste también alcanzaba los niveles más elevados. Por primera vez en tantos años, habían conseguido al fin erradicar esa maliciosa enfermedad llamada pensamiento crítico, que solía cobrarse muchas víctimas en años pasados. Vale mencionar que a pesar de esta excelente estructura educativa, algunos aún eran contagiados con este peligroso padecimiento, pero gracias a la alta eficiencia de la seguridad pública, eran rápidamente puestos en cuarentena y apartados de la sociedad sana, para así poder ser reeducados, y curados.

Ahora al fin, las personas eran libres de elegir en donde trabajar sus doce horas, y de seleccionar también qué bienes y servicios de los disponibles consumir, para alcanzar así una mayor calidad de vida, sin que ningún perturbador de la paz saliera a protestar por unos ideales obsoletos. Era obvio que el sistema social de la Administración funcionaba como un reloj suizo, ya que nadie se quejaba y todos vivían sus vidas felices; más allá del concepto de felicidad que algunos retrógrados pudieran tener.

Por todo esto mencionado, era comprensible el asco cuasi asombro que demostraban los adoctrinados ciudadanos al ver a Álvaro caminando harapiento por las veredas en donde todos desfilaban al último grito de la moda, como era debido. De inmediato, ocho de diez personas que le rodeaban, llamaron a la policía para que detuvieran a este acto de desigualdad social que asechaba a la tranquila ciudad. Y un poco menos de inmediato, la policía se hizo presente con toda su autoridad, encerrándole con varios patrulleros y hasta con un helicóptero que zigzagueaba en las alturas, esquivando las torres comerciales.

Es preciso aclarar, que la mayoría de las gentes que rodeaban toda la zona, sentían por primera vez eso llamado curiosidad, al presentárseles un evento tan inverosímil como el que acontecía. Cientos de jóvenes y adultos se aglomeraban y trepaban entre sí y sobre los autos para intentar observar qué ocurría dentro del círculo policial formado en medio de la avenida.

-¡Quiero que me traigan a Verónica! –se hizo oír Álvaro con un grito. Los agentes de policía ya estaban informados sobre una criatura que había escapado del barrio de indigentes, que iba armado con alguna especie de arma de destrucción masiva, y que era muy peligroso para todo aquel que se interpusiera. La mayoría de estos uniformados eran jóvenes novatos que jamás habían estado involucrados en un hecho de violencia, y menos aún conocían las leyendas de los antiguos brujos e Ingrid 07.

Un oficial de rango superior se abrió paso entre sus subordinados parándose valientemente en primera fila, a pocos metros del objetivo. Segundos después gritó: ¡Abran fuego! Las dos decenas de policías obedecieron apretando sus gatillos y llenando de ¡BANGS! el aire. Como si chocaran contra una gran esfera de acero que rodeaba al harapiento, la lluvia de balas dispuesta a acabar con éste se desvió hacia todos los costados. Los plomos perdidos impactaron, en sus nuevas trayectorias, contra los patrulleros, las vidrieras de los comercios, e incluso en otros policías. Desde el instante antes de la balacera, Álvaro seguía en pie con su puño apuntando al cielo; un aura de calor se notaba a su alrededor, distorsionando la luz que le atravesaba. Todos los oficiales se retiraron despavoridos protegiéndose tras los autos. La muchedumbre enardecía en gritos de sorpresa, mezclada con horror, y un poco de emoción y adrenalina.

-¡Quiero ver a Verónica! –volvió a reclamar -¡No lo repito!

Asomándose en cuclillas, el policía que había dado la orden de disparar, contestó hablando al megáfono:

-¡Tranquilícese, por favor! –su voz vibraba como una cuerda floja -¡Dígame cómo es el apellido de esta mujer y vamos a hacer lo posible por traerla de inmediato! –y agregó reculando veloz.

-¡Káiser! –apresuró Álvaro.

Ni bien terminada de pronunciar la ere final, los ojos de todos los policías saltaron de asombro, y muchas mandíbulas colgaron de estupor. De más está aclarar que estaban todos muy asombrados.

-¡¿Verónica Káiser!? ¡¿Dijo usted?! –gritó de nuevo el megáfono.

-¡Sí, así es! –contestó bajando su brazo el malhechor. Ahora su puño apuntaba al piso, y un torbellino de tierra comenzaba a remolinarse lentamente bajo éste.

Todos los agentes cuchicheaban entre sí sin poder creer lo que oían. Poco después, cuando Álvaro ya empezaba a perder la paciencia y el remolino de viento se hacía más potente, el oficial anunció:

-¡Me informan que ya viene en camino!

Más policías llegaban y se abocaban a contener a las personas del rededor, que cada vez eran más y más desaforadas, por la insólita situación que les tocaba experimentar por primera vez en sus miserables y acostumbradas vidas. Y el megáfono repetía:

-¡Por favor tranquilícese señor! ¡Ya viene en camino!

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Tema: Re: Ingrid 07 [acto 9] Mar Ene 06, 2009 1:45 pm

Bueno, la verdad es que ya habia echado de menos la continuación de esta serie compañero, así que me alegro de que puedas seguir compartiendonosla...volvemos ahora en este viaje en el tiempo de los acontecimientos en el presente, en un relato excepcional una vez más, comienzas el texto con la descripción del sistema social impuesto por la Administración, relato en el que no dejas también de mostrarnos con ciertos toques de ironía las fortalezas del gobierno de la administración y como han logrado imponer sus postulados hasta llegar a un punto en el que los lavados de cerebros llegan a un punto tal en el que todo parece bien, roza la normalidad y los pensamientos de la gente pasan a ser practicamente dominados (algo muy común en regímenes totalitarios y dictatoriales)...de ahí que justamente como tu dices, lo extraño de ver la anormalidad en un ser como Alvaro, algo no permitido para la Administracion... insisto en la agilidad de este comienzo como puente de lo que viene, y en el que la historia se enlaza con las anteriores entregas, el motivo principal quizas de Alvaro en su comportamiento, el recuerdo de Verónica y ese llamado a que venga, tal vez las causas del porqué él se encuentra en este estado, misterio aun dentro de la trama, un final de capitulo impresionante en su llegada y transmisión y que indudablemente un presagio de que de ese encuentro se resolveran ciertas interrogantes y también de que se vienen capítulos impresionantes..."De más está aclarar que estaban todos muy asombrados..." solamente esta linea me parecio redundante con respecto a lo expuesto en ese parrafo, aun cuando te refieres a los curiosos y anteriormente a la policia, pero me parece que no suena bien...en lo demas, a mi parecer, perfecto...

Te sigo compañero, un gran relato como siempre, impecable la narrativa...

Abrazos,

Ignacio

Tema: Re: Ingrid 07 [acto 9] Miér Ene 07, 2009 9:59 pm

Me dio trabajo por que tuve que andar rastreando el resto por el espacio, pero sin duda vale la pena seguirlo.
Un buen trabajo donde no falta la acción, un poco de intriga, algunos elementos un tanto jocosos y sobre todo una gran imaginación puesta en juego, seguire la lectura.
Te felicito hasta aqui.

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