A PROPÓSITO DE UNA PREGUNTA INQUIETANTE

Me he comprado hace unos días este libro del cual expongo aquí parte del principio del prólogo y que creo que tiene una lectura interesante por cuanto desmonta un poco - y un mucho al mismo tiempo - el fin de la guerra de sexos ( y por el sexo ) así como la aceptación y los valores masculinos

Al igual que lo que dice Sergio Sinay en la contraportada que cuando nos “enseñan” a ser machos nos niegan y nos han despojado de nuestra verdadera identidad durante muchos años, ocurre lo mismo cuando desde niño y casi durante toda la vida nos han enseñado y nos han dicho que los hombres no lloran, no debemos llorar; así ha ocurrido que nos hemos embrutecido hasta el tuétano.

Teknarit, África.


¿ Somos los varones una especie en extinción? Ante la invitación a escribir el prólogo de la edición española de “ Esta noche NO, querida “ vuelve a mi esta pregunta que, desde hace cierto tiempo, me ronda y me preocupa. Sobre todo cuando veo a hombres que se divorcian y abandonan sus responsabilidades ( especialmente con sus hijos ). Y otros que persisten en confundir lo que hacen con lo que son y terminan succionados por su perfil laboral o profesional hasta el punto que ésta es toda su identidad.

Hombres que aún creen que hay alguna relación directa entre el tamaño de su coche y el de su pene y que, además, lo proclaman. O a los señoritos que han descubierto que ser hijos eternos, que no salir de sus hogares paternos, les protege de las auténticas responsabilidades y los verdaderos protagonismos de la vida, y por lo tanto, se fosilizan junto a papá y mamá ( cuando no junto a mamá sola ).

Agregad a los varones que se declaran a sí mismo discapacitados para participar activamente en la salud, en la educación y en la vida emocional de sus hijos y dejan el paquete en manos de su madre, abandonándose a una creencia cultural la cual los vástagos son un poco más de mamá que de papá. Los hay también que despiertan vergüenza ajena, con sus ya rancios chascarrillos y actitudes antifemeninas ( con confundir con antifeministas ), como si eso le diera certificado de hombría. Y están los caballeros progres que, con las mejores intenciones, creen que ponerse a tono con los tiempos es “ feminizarse”, esto es, adoptar como deseable cualidades culturalmente atribuida al otro sexo y pedir perdón por los propios aspectos, como si éstos fueran en sí negativos o disfuncionales, sin darse cuenta de que hay maneras integradoras y valiosas de ser hombre sin renegar de lo propio. Y esto nada tiene que ver con la homosexualidad, vale aclararlo: no es confusión de sexo, sino de género.

Del libro: “ Esta noche NO, querida”

A mi juicio y a como se mueve la sociedad actual en Uruguay, ya esa distinción de géneros y labores ha quedado en desuso y no veo por ello que la el concepto de hombría o de lo varonil se haya desvalorizado, más bien todo lo contrario, ampliar las posibilidades de lo que podemos hacer, nos hace más humanos, más hombres y sobre todo, más personas.

Si es así, Marioes, decir que ya es un triunfo de la sociedad de tu país.

Desgraciadamente no es lo general y aún hoy tenemos enclavado dentro de nosotros mismos muchos conceptos equivocados que nos hace ser vulnerables en muchos aspectos. El Ser humano, y más el hombre en concreto, hemos asimilado mal nuestra concepción de "hombre" dentro del género humano; a veces, demasiadas, ignoramos cual es nuestro cometido aquí, o al menos uno de los más importantes y que no es otro que el de simplemente vivir sin despreciar a ningún otro género humano incluyendo, por supuesto, al animal al que desde siempre hemos considerado inferior a nosotros sin tener en cuenta que también es un eslabón más en la cadena de las especies sobre la Tierra.

Sí, hemos avanzado, superado algunas circunstancias pero seguimos teniendo unos vicios que nos apartan del camino a seguir con un fin mejor y más adecuado del que tenemos actualmente...

Teknarit, Africa.