POBRE JUANITO

La mamá de Juanito, escuchaba a diario la radio mientras hacía sus oficios o se sentaba en la máquina a coser, profesión modesta que le permitía vivir no de manera amplia.
Ella ávida del conocimiento espiritual, buscaba cada vez un programa radial donde hablaran de ello. Y oía hablar de elementales, de extraterrestres, hadas y duendes, de maleficios y de signos de protección.
Juanito quien escuchaba también los programas radiales, estudiaba en un colegio católico y ponía mucha atención a los largos sermones del sacerdote quien hacía mucho hincapié en el bien y en el mal. A sus 10 años, ya había visto los ojos del diablo, y lo relataba de tal manera que los que le escuchaban le creían y se atemorizaban.
Los pensamientos del pobre Juanito se fusionaban como las frutas en una licuadora. Todas las noches en su diario escribía de guerreros en carros de fuego, que vendrían al mundo a salvarlo, porque que era imperfecto.
A sus 18 años Juanito hablaba solo. Era una jerga que no se le entendía y creía que el poder lo tenía en sus manos y podía destruir todo lo malo. Veía luces y naves voladoras donde los demás no veían.
Su mamá lo quiso tanto que quería compartir con él todos los programas radiales sobre “el por qué estamos aquí”, sin entender jamás todo el daño que le había causado a él, en su afán de darle una educación espiritual.
¡Pobre Juanito!

Verdaderamente,¡pobre Juanito! ¿Cuántos casos hay de ese tenor en nuestro mundo.

Bonita y triste historia.

María

Muy buen relato amiga.
Excelente.
Solo que a Juanito, su mami no supo enseñarle a canalizar
todas esas cosas que el podía "ver".
Qué lástima, pobre Juanito!

Un besote, Ethel. Te quiero!

El mundo Etel , esta lleno de Juanitos !ahora alimentados y educados por la television con una cultura de violencia donde todo esta permitido por eso hay niños que asesinan , por eso hay niños que se drogan, todo es un juego del que ellos creen , se puede salir , cuando ellos quieran , y si no terminan como tu Juanito , terminan muertos!
Buen micro amiga !
abrazo
virgilio

Gracias por leer al pobre Juanito...
Un beso