La luz del mundo

Yo soy la luz del mundo

Habìa aceptado la invitaciòn al fin de semana del primero Adviento  de la iglesia libre con mucho placer. Habìa venido de la parroquia libre y de inmediato habìa enviado una respuesta, prometiendo que vendrìa. No era la primera vez que habìa  sido invitado asì que sabìa còmo la noche transcurrirìa y tenìa mucha ilusiòn.
Como siempre le saludaron con una bebida, esta vez, por causa de la estaciòn fria, con una tisana caliente. En la sala de la parroquia ya habìa mucha gente. Ya conecìa algunos de los invitados de fiestas anteriores. Sin dificultad pudo trabar conversaciòn. Y poco a poco todas las mujeres vinieron para darle un  besito en cada mejilla como era la costumbre aquì. Eso le gustaba bien.
Entonces el director de la parroquia rogò su atenciòn para poder comenzar con el programa segùn lo provisto. Todo estaba bajo el lema  de la Biblia « Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminarà en la oscuridad sino tiendra la luz de la vida. »
Primero se cantaba, cànticos del Adviento
cuyos textos se projectaba en una pantalla para que todos pudieran cantar. El càntico, acompañado por una guitarra, un tambor y un armonio, le emocionò muchìsimo, le tocaba el corazòn. Mientras tanto, el guitarrista y cantante primero, estaba mirando el techo, extàtico y santurròn.
Entonces tres mujeres, disfrazadas de simple manera, ilustraron el significado de la luz. Una de éstas se perdìa cada vez màs en la oscuridad, padecìa miedo y dolor, pero rechazaba la ayuda de los demàs, de sus vecinos y sus amigos. Cuando su apuro por fin estaba insoportable, apareciò un àngel luminoso quien le trayò luz y entendimiento : como ser humano era dependiente de la ayuda de los demàs. Eso él también lo comprendiò : iluminaciòn traìa paz, alegrìa y tortillas.

Entonces, el director echò su pequeño sermòn, sereno y lleno de humor, interrumpiendose a menudo con su risa algo avergonzada. Hablaba de la luz que simbolizaba Jesùs, de la luz del primero Adviento, de la luz que traìa iluminaciòn y redenciòn, la luz que  superaba la oscuridad y la muerte. « Jaja, no soy yo quien lo dice sino la Biblia, y eso es la prueba ! »
Pudo comprenderlo todo, aceptarlo todo porque, naturalmente,  él también  era cristiano. Por eso habìa aceptado la invitaciòn y ahora se sentìa completamente de acuerdo con y  incluido en esta argumentaciòn emocional.

Luego se convidaba a la comida que se tomaba en otra habitaciòn. A la izquierda estaba una mesa con botellas de Beaujolais Nouveau y una docena de copas ya llenadas y con diversas bebidas sin alcohol, a la derecha estaba una mesa con suculento estofado a la hùngara, souflé de patatas, col de Bruselas y ensalada de zanahoria. Y, por supuesto, no faltaba baguette. Cada uno de los treinta huéspedes  pudo servirse comida  en abundancia y irse con su plato cargado para sentarse y tener una conversaciòn animada. Se podìa sentar con uno de los grupos, paladeando su sabroso manjar. Se podìa tomar sin desenvoltura una segunda porciòn, incluso varias porciones. Y finalemente el postre rico era el punto sobre la i.
Cuando por fin todos se marcharon en la oscuridad de la noche para volver a casa, él se sentìa excepcionalmente bien y fortalecido en su cuerpo y alma. Tranquilamente se puso còmodo al volante de su pequeño coche, se puso el cinturòn de seguridad y sin vacilar saliò del aparcamiento de la parroquia. Enseguida rodaba en la carretera estrecha y con muchas curvas hacia su casa. Casì quince kilòmetros estaban delante su destino, nada màs. Aunque estuviera seguro que en este trayecto no habìa patrullas de policìa, habìa solamente bebido una copa de vino durante la comida. En la oscuridad de la noche se sentìa protegido y seguro sobre todo porque conocìa el trayecto como la palma de su mano. Estaba absorto en sus pensamientos y sentimientos, dispuesto para dejarse guiar en adelante por la luz del mundo en la obscuridad de la vida.

Cuando debiò hacer un giro brusco en una curva a la derecha, un coche llegaba a toda pastilla de la direcciòn contraria con luces largas. Enseguida fue cegado por la luz impenetrable. Se desorientò, intentò ceder el paso, se cayò en el pendiente y con toda fuerza contra un àrbol. Pero de eso ya no se dio cuenta. La luz que debìa guiarle habìa sido apagado para siempre.

Misterio. La luz no llegó para ver el camino? o lo llevó hacia la luz eterna? Cada lector puede darle una interpretación personal.
Nilda

Nilda Sena escribió:

Misterio. La luz no llegó para ver el camino? o lo llevó hacia la luz eterna? Cada lector puede darle una interpretación personal.
Nilda

Muchas gracias, Nilda, o bien, ironicamente, la luz del mundo de la que habla la religiòn no significa nada del todo. Un fuerte abrazo, Fred

Ante todo, mis felicitaciones por la exquisita narración, que ayudada por excelentes ingredientes le dan un sabor especial.
En cuanto a la interpretación... considero que las luces que trágicamente encandilaron al satisfecho personaje, no fue nada excepcional, sólo un jugarreta del destino., lo cual es lamentable a decir de las consecuencias, por lo tanto estoy 100% de acuerdo contigo.

Gusté leerte, amigazo
Shalom

De acuerdo, es un texto para libre interpretación, esa es una buena intención del escritor. Muy bien creado, con elementos que precisan el correr de las horas. Y lo interpreto como la dualidad que es parte de nuestra vida.
Gracias Fred por compartirlo. Un abrazo.

Beto Brom escribió:

Ante todo, mis felicitaciones por la exquisita narración, que ayudada por excelentes ingredientes le dan un sabor especial.
En cuanto a la interpretación... considero que las luces que trágicamente encandilaron al satisfecho personaje, no fue nada excepcional, sólo un jugarreta del destino., lo cual es lamentable a decir de las consecuencias, por lo tanto estoy 100% de acuerdo contigo.

Gusté leerte, amigazo
Shalom

Muchas gracias, Beto, por tu lectura y comentario. Me encanto que mi cuento te haya gustado. Me parece que toda nuestra vida es màs o menos un jugarreta. Un fuerte abrazo, Fred

Etelsaga escribió:

De acuerdo, es un texto para libre interpretación, esa es una buena intención del escritor. Muy bien creado, con elementos que precisan el correr de las horas. Y lo interpreto como la dualidad que es parte de nuestra vida.  
Gracias Fred por compartirlo. Un abrazo.

Muchas gracias, Etelsaga, por leer y comentar mi pequeño cuento. Parece que la luz real sea màs importante que la figurada. Un fuerte abrazo, Fred