Algo me falta, ¿qué será?

En estos tiempos, las maletas pesan, estorban. Algunas, incluso lastiman. Son tiempos difíciles. Hay egoísmo en cada rincón. Surgen nuevas dudas que nos llevan a buscar otras opciones, otras alternativas. Necesidades buenas y males, justificadas y no, afloran en las esquinas, en los árboles, en los ríos. Las personas tenemos que tomar decisiones.
Finalmente me trasplanté el destino. Cambiamos de camino, ya no compartimos deseos ni angustias. El destino se cansó de mi optimismo, de mis ganas de no perder tiempo.
Siempre quiso decidir y yo no le daba tregua.
Pasan cosas lindas. Soy testigo. Renace la rosa en el jardín, el rocío tiene color y fragancia. Hasta los insectos parecen felices. Sin embargo, empiezo a sentir un vacío, ¿qué será? Como si me faltara algo. Me voy poniendo gris según me explica el espejo.
El amanecer tarda en llegar, dura poco, se volvió esquivo y frio. Tal vez el verano lo abandonó y la depresión se adueñó de su calor. Es borroso el horizonte donde el sol y la tierra se unen, corro para llegar, pero no lo puedo alcanzar. ¿Alguien habrá logrado llegar alguna vez al horizonte? De cualquier manera, hay un placer indescriptible en esa búsqueda permanente. El problema es ese espacio vacío que ahora tengo que dificulta ese placer, lo vuelve insípido, aletargado, no sé muy bien cómo decirlo.
Las personas que pasan a mi lado no van solas, tienen esa sombrita que los ayuda a caminar. ¿Qué será esa sombra que ellos tienen y yo no?
Los días pasan y siento curiosidad, hay estrellas y luna, hay días de lluvia. Hay sonrisas y lágrimas. Todo está igual, pero yo no. Algo me falta, algo extraño. ¿Qué será?

Preciosos pensamientos, Nilda. Imagino que a todos nos pasa, porque siempre hay un hueco, un vacío que llenar. La felicidad es esquiva, agua entre los dedos. Esa referencia al horizonte aparece en mi novela, es la metáfora de un camino sin final, para uno de mis personajes representa a la mujer que ama, pero que logra alcanzar.

Lo dicho, preciosos pensamientos, enhorabuena y gracias por compartirlos.

Gracias Pedro32
Nilda

Grandes palabras haciendo enfoques de vidas diarias, muy buen escrito gracias por compartirme tus palabras que me dejan en muchos pensamientos buenos.

Nilda, es una prosa hermosa, y con unas imágenes armoniosas. Preguntas que nos hacemos muchos, vacíos que igualmente sentimos. Lo has descrito de una manera impecable...

¿Alguien habrá logrado llegar alguna vez al horizonte?.

Abrazos..

Gracias Simey y Ethel, un gusto encontrarlos y leerlos.
Nilda

¿El horizonte? ¿Alguien alguna vez lo alcanzó? ¡Estamos parados en él! Vivimos en una eterna e interminable sucesión de horizontes, esto por la cualidad esférica de nuestro planeta. Pero bueno, la mía es una aclaración nimia y baladí. Pasando a tu disertación te diré que me identifico y me veo reflejado en ella. Seguí con el buen hacer, el buen decir y el buen escribir. Saludo fraterno para vos.