DEMONIOS DE LA TORMENTA (CAPITULO 8 )

DEMONIOS DE LA TORMENTA
CAPITULO 8
ESCRITO POR YAHAIRA140582



El Capitán Blas decidió que Miranda se instalara en el camarote de Tobías, debido que fue el quien la llevo a bordo del Mercedes. Era un cuarto muy sencillo, solo tenia un camastro, una pequeña mesa con una vela a la mitad, jarrones para el aseo, pero lo que mas sorprendió a Miranda fue la cantidad impresionante de libros que había en ese pequeño camarote. Eran suficientes para hundir en el fondo del océano al Mercedes en caso de problemas. También había mucho papel, plumas y tinta negra, lo cual le emociono porque ella había dejado sus pertenencias en el Eclipse, sus escritos era lo que mas le dolía, pero también no tener con que volver a escribir nuevamente, se dijo a si misma que encontraría la forma de persuadir a Tobías para que le compartiera tinta y papel, a final de cuentas, ¿el para que lo utilizaba?

Estaba muy contenta a bordo del Mercedes, todos la trataban con respeto, la tripulación del Capitán Blas era muy diferente a la del Eclipse, ninguno de estos piratas la miraba con sorna ni morbo, al contrario, algunas veces había escuchado a uno que otro hablar de sus familias, de sus amores, todos tenían alguien por quien soñar de vez en cuando, al único que nunca había oído hablar de nada de esto era Tobías, ignoraba y le intrigaba por razones desconocidas, si tenia familia o alguien esperando por el en algún puerto. Lo Único que era del conocimiento de todos es que Tobías le tenia un profundo odio al Capitán Cuervo.

Miranda estaba muy tranquila y contenta, todos trabajaban en equipo en el Mercedes, le tenían muchísimo respeto al Capitán Blas, y lo obedecían a ojos cerrados, jamás cuestionaban sus decisiones, o las de Tobías quien asumía el mando cuando no estaba disponible el Capitán, era muy astuto, e intrépido, y disponía de la tripulación como si fuera la suya. Miranda también hacia tareas de vez en cuando, ayudaba con la comida, con el aseo, trabajaba mucho de hecho, pero le dejaban tareas simples, que no demandaran esfuerzo físico.

Llevaban varios días navegando cuando azoto una tremenda tormenta, el barco se ondeaba con todo su peso contra las olas bravas del océano, los relámpagos centelleaban en el camarote de Miranda que no podía pegar el ojo pese a que estaba cansadísima, y los estruendos le hacían pegar un sobresalto pues recordaba aquella tarde en el puerto que había escapado del Capitán Cuervo con ayuda de Tobías, y el Eclipse los ataco, mas la bravura de Tobías y el Capitán Blas los había llevado con velocidad de gacelas por el océano dejando atrás al Eclipse y un Capitán Cuervo enfurecido porque escapaban frente a sus ojos dos cosas que ansiaba aniquilar: El barco Mercedes, y Miranda.

Este recuerdo le impedía dormir muchas noches, pues al cerrar sus ojos se encontraba con la mirada colérica del Cuervo y sus manos en torno a su garganta robándole la existencia, y entre madrugadas despertaba a gritos, haciendo que Tobías corriera a su camarote a confortarla asegurándole que no iba a dejar que el Cuervo le pusiera una mano encima, pero ¿que tipo de obligación sentía Tobías con ella que lo llevaría anteponer su vida sobre la de el? Ninguna.

Esa noche era la mas difícil de todas, Miranda sentía un vacío, una angustia que le clavaba el corazón, así que salio de su camarote sin importarle la lluvia que había cesado un poco de intensidad, mas el suelo del barco estaba húmedo y resbaladizo e irremediablemente cayo el suelo, y ahí se quedo sentada y empapada.

-“Lluvia del norte que te fundes con el mar como si fueran amantes, llevate mis penas al fondo del océano y ánclalas junto al arrecife de mi soledad”

-Nunca había escuchado esa canción-la voz risueña de Tobías rompió el pensamiento de sus versos, quien sentándose demasiado junto a ella, le aparto un mechón de cabello mojado de la cara y con la misma mano le seco una lagrima que se le escapaba y también recito:

-Noche sin luna, tormenta para el alma, mas la envidia de la luna que se esconde de tu encanto ruboriza sus mejillas”

Y la beso.

Me ha gustado tu estilo de narración ¡enhorabuena!