— Lamento decirte que tu sentimiento es erróneo, mi estimado compañero, todo lo que ves aquí, incluyendo el cerebro todo es real—El individuo señaló un jarrón de cristal transparente— Mira, este gallo de pelea fue famoso en el siglo XVIII y lo conseguí con un intercambio de riqueza por diez años al dueño de tan hermoso animal.
— ¿Tanto costaba el gallo? —Pregunté con desahogo.
— El animal no, pero su alma sí. Fue un gran pecador, violador de niños y niñas, asesino serial de mujeres y hombres con su martillo —Agarró un martillo de madera— Asesino de ganado, exactamente de cabras y vacas, usando su rifle como puntería antes de la guerra civil americana para hacerse más rico y debilitar a sus competidores—La voz del hombre comenzó a preocuparme, cada vez se hacía más grave y se acercaba más a mí, enseñando su colección trivial, y sus trofeos— Esa persona estaba sentenciada a morir en 40 años, pero nosotros lo queríamos…
— ¿Nosotros?
— Nosotros —Alzó la voz para entonar la palabra— no íbamos a esperarlo por muchas décadas, al menos salvamos 30 años de almas condenadas a sus abusos.
— ¿Nosotros? —Pregunté una vez más. No sabía exactamente de lo que estaba hablando, ¿acaso eran ángeles juzgadores de dios, o demonios con sed de almas condenadas al averno?
— Aldo Iván Chapa de la Garza. Mejor ve afuera y disfruta del espectáculo —El individuo dejó caer su mano en mi hombro y después de esto me dio unas ligeras palmadas— Eres especial para nosotros, y sería conveniente que trataras a todas las personas y gozaras de lo que es éste hermoso circo.
— ¿Quién es usted? —Pregunté antes de salir de la habitación.
— ¿Quién soy? Él quien soy, no importa ahora, y es mejor que te dejes de preocupar por esa anciana que le salvaste la vida, en estos momentos ya estaba siendo juzgada por sus pecados —La persona me empujó hacia la salida y al girar mi cuerpo para detener la puerta, el hombre me regaló una de sus sonrisas y el umbral se cerró por sí solo.
Ahora si tenía que preocuparme, la pequeña charla que tuve con esa persona creyéndose juez de la vida de las personas o protector de los inocentes era pusilánime a toda verdad, todo esto marchaba de una forma extraña. La angustia del poder hacia la humanidad era más ambigua y triste de lo que pensaba. En este momento mi misión sería escapar, ¿pero cómo?
Una explosión cercana al lugar me hizo despertar de mi cavilación por las artes oscuras e iluminadas, mi total atención se dirigió a unos cien metros hacia el sur, más cerca de la periférico y más lejana a mi hogar, ¿pero qué diablos? Mi intuición de curiosidad era más poderosa que las palabras de miedo que me originó el individuo sin nombre.
Capitulo
4
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Lun Jun 28, 2010 2:52 am